Félix Mendelssohn (1809-1847) tuvo una educación ultra refinada, pero eran educadores exquisitos y un "receptor" especial. Por algo, Schumann lo definió como el "Mozart de siglo XIX". Al igual que Mozart tuvo una hermana mayor que le enseñó piano. En 1826 escribió una obertura que podríamos describir a simple oído como una sonata para cuerdas con suave acompañamiento -por momentos- de los vientos y con inicio de los bronces que curiosamente da más lugar a trombones y cornos. Imagino un dibujito animado en que los los oboes y las flautas junto a los violines protestan diciendo: "¿Por qué le dan el título a la trompeta para esta obertura cuando trabajan mucho menos que nosotros?'.

¡Quizá por los primeros cuatro toques de las dos trompetas junto a los otros bronces, que se repiten al final!. Inglaterra era muy generosa para recibir a músicos famosos que la visitaban, sabía mimarlos. A Dvorak le concedieron separadamente y en diferentes años el Doctorado Honoris causa, tanto Oxford como Cambridge. Y en 1833 Mendelssohn revisó su obertura para llevarla a Londres. De los muchos músicos bohemios y moravios es a B. Smetana a quien podríamos llamar el padre del Nacionalismo Checo. A los 21 años Antonin Dvorak (1841-1904) tocaba la viola bajo la batuta de Smetana. Era un compositor prolífico y pobre.

En 1874 a los 33 años y gracias a la intervención del crítico Edward Hanslick y del propio J. Brahms recibió una beca importante que le dio tranquilidad y libertad para componer sin apuros económicos. Hasta entonces -decía la solicitud presentada- "no había podido comprar su propio piano". La beca siguió unos años y en 1877 Brahms también le presentó al editor Fritz Simrock. De entrada le pidió que escribiera algo "fácil y que agradara al público", fueron las danzas Eslavas Op 46 que -de hecho- lo catapultaron rápidamente a toda Europa, aunque ya había escrito ¡5 sinfonías! Le pidió que "germanizara" su nombre; -de Antonín a Anton- pero Dvorak no aceptó.

Luego le pedía publicar obras de Juventud y no conocidas o aún no estrenadas con un número mayor de opus para que parecieran más recientes. Por ello Dvorak hizo publicar su "Suite Checa", -recién escrita- con un número anterior (Op. 39) para romper el acuerdo y no entregar más obras a Simrock. Se estrenó en Praga en 1879 pero sólo se publicó en 1881. Preludio: marcado como "pastoral". Comienza con un fondo repetido de los fagotes. El uso de las maderas evoca a la gaita o cornamusa checa. 
Polka.Es una danza bohemia de ritmo binario de inicio del siglo XIX pero que desde 1840 se popularizó en toda Europa. Es un Allegro Gracioso, los chelos marcan el paso y los violines inician la melodía.

La palabra "Sousedská" designaba una danza en redondo de ritmo ternario bailada por los campesinos checos y en su origen tenía tinte devoto casi como un Coral. Aquí se la designa como Minué. 
Romanza: La flauta inicia la melodía completada por el oboe. Es un movimiento calmo designado como Andante y que es un desarrollo y variación de esa melodía inicial.

Fianale: La "Furiant" es otra danza checa, pero no expresa furia ni enojo sino energía y ritmo decidido para cambiar y está marcado como "Presto". Después de los primeros compases la orquesta va repitiendo un tema de 7 notas hasta que llega al oboe, se repite y al hacerlo el corno, se transforma -a mi oído- en un instante de Mahler. El tema cambia y se hace más hímnico.

Es la cita de un canto folklórico que seguramente el público de Praga habrá tarareado en su estreno, pero hay que ser checo del siglo XIX para hacerlo. En San Juan lo oímos calladitos. La ciudad de Bergen -cuna de EDVARD GRIEG (1843-1907)- organizó un festival de Música noruega en 1898. La contribución de Grieg que fue además su ppal organizador fueron sus danzas Sinfónicas Op 64. Grieg que ya a sus 55 años era el mejor representante del mundo musical noruego se había unido a y basado en cuanto literato y artista conociera en su país.

En este caso se inspiró en el organista, compositor y pastor luterano Ludwig Lindemann (1811-1887) quien recopilando más de 3.000 melodías y canciones montañesas incluso norueguizó Himnos luteranos. En su funeral se lo definió como "Quién enseñó al pueblo noruego a cantar". 

Son cuatro danzas: allegro, moderato e marcato, con un llamado de 4 toques agudos empieza el baile. Si es fácil captar lo eslavo en los compositores de ese origen, en los músicos escandinavos existe un colorido o aroma muy propio, el mundo escandinavo suena a fiordos y montañas y leyendas. Por eso le era tan fácil musicalizar a Peer Gynt u otras historias. Allegretto grazioso: La cantilena inicial del oboe sobre los suaves chelos ¿puede haber algo más delicadamente bello? Es ahora cuando nos percatamos que las obras de este inicio de temporada solo incluyen a un miembro de la familia de la percusión, los timbales.

Pero como la dulzura de esta cantilena requiere un triángulo, es tiernamente gracioso ver a Carlos Beresi atrás de los grandes timbales emitiendo el suavísimo sonido del triángulo; "Quien puede lo más puede lo menos". Se interrumpe la calma con un aire del Rey de la montaña de Peer Gynt (terminada 4 años antes), pero vuelve la cantilena. Allegro giocoso: Ahora al revés, un inicio de 4 notas agudas respondida de inmediato por las cuerdas graves. Es un movimiento de ecos (¿homenaje al aire de la montaña tan noruego y estudiado por Lindemann quien enseñó a cantar al pueblo?).

Ritmo y volumen suben. Se repiten las cuatro notas agudas y graves y la melodía danzarina terminar en un Crescendo. Andante: Es un movimiento diferente, no solo nos retrotrae a momentos más lúgubres de Peer Gynt sino que ofrece momentos casi disonantes, algo que parece tan improbable en Grieg, y poco Siffertiano, pero en la montaña puede haber ruidos raros y tormentas incómodas.

Y es un viento pasajero, es un susto; se vuelve al Grieg que amamos y con el triángulo! Las montañas de San Juan son distintas a las Noruegas, más secas y sin fiordos ni mar pero qué maravilloso que suena Grieg en cualquier parte. ¡Qué lindo recomenzar con Siffert y sus muchachos/as, que ostensiblemente embellecen el sonido!