Situaciones incómodas y otras divertidas, encuentros y desencuentros, peleas y abrazos, guiños a personajes de otras novelas, la presentación de Separadas, la nueva tira de Polka protagonizada por Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Agustina Cherri, Mónica Antonópulos, Julieta Zylberberg, Gimena Accardi y Julieta Nair Calvo dejó varios interrogantes sobre la historia, muchos de los cuales se irán develando en los próximos capítulos.

El lunes fue la presentación de los personajes y muchos de ellos prometen dar tela para cortar, por sus matices y complejidad. Como es el de Gimena Accardi, que interpreta a Caro. “Me dicen que no tengo filtro pero no sé a qué se refieren...no me extrañen...en unos días nos vemos...ya siento que los quiero mucho”, se anuncia en la cuenta de Instagram de Separadas. Su papel es el de la hermana menor de Inés (Julieta Nair Calvo), que tiene un diagnóstico cercano al síndrome de Asperger.

En los pocos minutos que estuvo en pantalla, Caro fue una de las pocas que mejor mostró todas sus emociones: se enojó, se desilusionó y se puso triste, aunque también se mostró esperanzada, se “enamoró” y sorprendió con “su capacidad para memorizar datos”, como la definió su hermana. Su personaje promete ser uno de los más ricos de la tira, lo que seguramente represente un gran desafío actoral para la esposa de Nicolás Vázquez.

Otros actores, en cambio, (al menos en el primer capítulo) se pusieron en la piel de personajes muy parecidos a los que interpretaron en otras novelas. Como fue el caso de Marcela Kloosterboer, Luján, cuyo papel remite inmediatamente a su rol en Las Estrellas, donde hizo de Lucía: ambas jóvenes, solteras, exitosas en su trabajo, duras y con ganas de dejar los temas que afectan a su alrededor, ante la expresión de “no tengo tiempo”.

Luego de 17 años en Telefe, Sebastián Estevanez cambió de emisora para ser una de las nuevas figuras de El Trece. El actor interpreta a Miguel, un plomero que se muda a lo de un amigo para hacer reparaciones en el edifico y conoce a Clara (Mónica Antonópulos). Divertido, espontáneo y siempre con una sonrisa, Miguel es simpático y servicial, como lo fue Marcos en Dulce Amor.

En medio de las historias personales de las siete protagonistas, un policial promete aportar otros condimentos a la historia, que diferenciarían a esta ficción de otras en las que las mujeres son las figuras, como lo fueron Guapas o Las Estrellas. Se sabe que ellas encontrarán el cuerpo de Fausto (Marco Antonio Caponi), marido de Clara y que ellas son las sospechosas del asesinato, aunque aún se desconocen las circunstancias.

Para investigar (no se sabe a ciencia cierta aún qué o a quiénes) dos agentes secretos se infiltran en la cuadra en la que se desarrolla la historia. Diego (Mariano Martínez) se presenta como arquitecto, aunque en realidad no lo es y Victorio D’Alessandro es Nicolás, en apariencia el camarero de la cervecería, aunque también oculta algo.

En medio de tantos nuevos personajes y nombres, está Victoria, interpretada por Laura Azcurra, que es la mujer de Diego. Aunque no fue la intención de los guionistas, los nostálgicos no pueden evitar pensar en la pareja que los actores formaron hace 21 años, mientras daban sus primeros pasos en el medio, en Campeones de la vida cuando Camila y Valentín superaban los 25 puntos de rating. A su vez, en la ficción ellos son papás de Mica, encarnada por Olivia Martínez, la hija del galán de la historia.

Además de investigar, el personaje de Martínez tendrá tiempo para el amor y mantendrá una historia con la policía encargada de custodiar la cuadra, Romina (Agustina Cherri) de quien aún no se sabe demasiado, pero ya se pudo ver que mantiene una relación conflictiva con su novio. En este punto, los autores tendrán el desafío de tratar el tema de la violencia de género.

Martina (Celeste Cid), Luján (Marcela Kloosterboer), Clara (Mónica Antonópulos), Paula (Julieta Zylberberg), Romina (Agustina Cherri), Inés (Julieta Nair Calvo) y Carolina (Gimena Accardi) ya se encontraron luego de haber sido estafadas por Fausto. Ellas están en veredas opuestas, pero prometen sanjar las diferencias en pos de salir airosas del mal momento, lo que resultará un reto no solo para los personajes, sino para los guionistas, que deberán reinventar a cada una de ellas luego de la tormenta.