San Juan, 25 de agosto.- Eran cerca de las 22:45 de anoche y afuera del estadio Aldo Cantoni el frío penetraba la piel, pero adentro, era un verdadero hervidero. La guitarra de Ricardo Mollo comenzaba a sonar, en sintonía con el bajo de Diego Arnedo y la explosiva batería de Catriel Ciavarella. Era una señal de que Divididos había regresado a San Juan tras 8 años de ausencia para volver a hacer delirar a los seguidores locales.

La Aplanadora del Rock arrancó como se debe, con un tema pesadito. Lo que primero que sonó fue “Salgan al Sol”, rindiéndole honor a Billy Bond y la Pesada del Rock and Roll que fue furor en los ’70. Luego, el power trío desplegó las canciones de su último álbum Amapola del 66, intercalándolos con sus clásicos hits que lo catapultaron como una de las bandas líderes del rock nacional.

El primer clásico fue “El 38”. Ciavarella comenzó a encender con su batería la adrenalina de las más 6 mil personas que coparon el Cantoni y luego lo siguieron Mollo y Arnedo para entonar un tema que no dejó de trascender con el correr de los años.

Mollo, líder del grupo, pidió disculpas al público porque pasaron 8 años de última vez en la provincia, pero lo compensó a la perfección demostrando que la banda sigue intacta y que 25 años de trayectoria no pesan, sino que la hacen brillar mucho más.

El recital no tuvo pausas. Entre tema y tema hubo destacados solos de Ciavarella, que la rompió en batería, de Arnedo, que demostró que su calidad con el bajo sigue más intacta que nunca, y de Mollo, que hasta se animó a tocar su guitarra con una zapatilla que le facilitaron desde el público.

También hubo dedicatorias especiales, como por ejemplo a Norberto Papo Napolitano con el tema Sucio y Desprolijo. A Luca Prodan y a Sumo, y también a Luis Alberto Spinetta. Pero además recordaron con el Rock de Rasputín a una “persona que intentó torcer el rumbo de la banda pero no logró”.

Para el final, Divididos coronó una gran noche, la del reencuentro, con Sisters, Qué tal, Ala Delta, Spaghetti del Rock y otros grandes temas de su última producción. Fue una velada magistral en el Cantoni, donde una multitud disfrutó por más de dos horas de una de las bandas con más trayectoria en el rock nacional en la actualidad.