Buenos Aires, 19 de abril.- Las cenizas del escritor Gabriel García Márquez se repartirán entre su Colombia natal y su México de adopción, país en el que vivió casi medio siglo. Así lo confirmó el embajador de Colombia en México, José Gabriel Ortiz, en declaraciones a los periodistas a la puerta de la vivienda que fue el último refugio del premio nobel y donde murió, a los 87 años, en la tarde de este jueves.

"En México se queda desde luego alguna parte (de las cenizas), por lo menos, y pensaría que se pueden llevar otras después a Colombia", afirmó el embajador colombiano. El diplomático dijo que como los colombianos quieren hacer su propio homenaje al premio nobel, la idea es que "reposaran parte de sus cenizas allá".

García Márquez vivía en México desde comienzos de la década de los sesenta, pero nunca perdió su nacionalidad colombiana. Contó que había llegado a México para una semana y visitar a su compatriota y escritor Álvaro Mutis, pero aquí se quedó para siempre.

La casa que habitó en México se convirtió en el epicentro de un homenaje póstumo al autor de "Cien años de soledad" que le están tributando amigos y personalidades de la cultura que quieren despedirse de él y dar el pésame a su familia.

También están llegando admiradores que traen ramos de flores y los depositan a la puerta de la residencia. En el interior de la casa, la viuda, Mercedes Barcha, se encontraba "tranquila" o "serena", según algunos amigos, pero también "llena de tristeza", como declaró Jacobo Zabludovsky, un reconocido periodista mexicano que tuvo una estrecha relación con la familia del autor.

La atención está enfocada ahora en el homenaje que se celebrará el lunes por la tarde en el Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, aunque se espera que además de ese acto haya otros para despedir al autor.

Está previsto que la última guardia de honor sea hecha por los presidentes de Colombia y de México, Juan Manuel Santos y Enrique Peña Nieto.