Todo comenzó cuando Olga, una de las hermanas de Gladys, la Bomba Tucumana, dio un móvil para defender “el honor de Ramón Valentín Jiménez, padre de la cantante.

“Mi papá era golpeador, pero para la época era normal. Él era policía. No éramos ricos pero teníamos ropa, zapatos, no éramos pobres y no estábamos descalzos todo el día, como contó Gladys”, aseguró Olga a Intrusos.

Indignada y fundida en un llanto, La bomba tucumana contó su verdad y detalló cómo vivió las agresiones de su padre en primera persona. “Hermana Olga y hermano 'Chichí', para mí, que es el mismo que ustedes, no es ningún héroe: para mí es un criminal que maltrató a mi madre, que la golpeó hasta más no poder, y a nosotros. ¿Ustedes se lo olvidaron? Problema de ustedes. Yo amnesia no tengo”, comenzó diciendo Gladys a la cámara.

Y agregó un episodio espeluznante que le tocó vivir cuando era muy pequeña: “Y no solo eso: un día quiso matar a mi madre con su arma reglamentaria en el cumpleaños de 15 de Olga”.

“Ella dice que es un héroe. Para mí no, nunca lo voy a querer, porque amo a mi madre”, agregó.

Acto siguiente y en medio de lágrimas pidió “por favor” que se ubique a las empleadas que la ayudan con el cuidado de su madre para que ratifiquen sus dichos.

“Hasta que yo no vuelvo (a Tucumán) mi mamá tiene barba, bigotes, tiene uñas largas. Cuando yo vuelvo, con todo el amor del mundo le corto las uñas del pie, le limo las uñitas, me pongo a sacarle esos pelitos. No me gusta ver así a mi madre”, contó llorando en Los ángeles de la mañana, en referencia al falta de cuidado por parte de sus hermanas para con su madre.