Junto a Lourdes Sánchez, anoche mostró su coreografía en la rueda de folklore de "Bailando por un sueño", y fueron aplaudidos en el piso por un público especial: los niños, padres y personal de Fundame a quienes representan en el certamen, y que sueñan con el reacondicionamiento de una sala para la rehabilitación de pacientes hemofílicos; tal es el sueño en cuestión. Él es Gabriel "Gabo" Usandivaras, bailarín y coreógrafo; y con su pareja de baile ya proyecta su viaje a la provincia: "Está rondando una fecha, podría ser en septiembre, para que ahora vayamos nosotros", confió el artista de 29 años, en charla con DIARIO DE CUYO.


- ¿Cuándo se confirmará la llegada de ustedes a la provincia?


- Eso lo está hablando Lourdes. Me pone la piel de gallina pensar cómo será cuando estemos en San Juan. Yo tengo que coordinar con la gira que hago por el interior sobre capacitación en danza que me gustaría llevar para allá, aprovechando la movida. Tengo colegas sanjuaninos, como Victoria Balanza, a quien conocí en el ballet de Julio Bocca, ¡la adoro! Creo que es una de las mejores bailarinas que tiene el país...


- ¿Qué te conecta con el sueño de San Juan?


- Me costó un poco arrancar el diálogo porque es una enfermedad que viví con mi anterior pareja, algo que emocionalmente te queda medio pegado. El compromiso lo tuve desde el momento cero, pero el sentirme involucrado, que es una diferencia enorme, lo pude hacer hace un par de semanas, cuando empecé a comunicarme con los chicos. Sentí que tenía que disculparme por no haberlo hecho desde el principio, me moviliza mucho...


- ¿Qué te contaron?


- Qué viven todo con mucha adrenalina por sentir que hay gente que sabe que existen, por sentirse escuchados.


- ¿Este sueño sensibiliza también a Lourdes?


- A ella, como madre, le toca el hecho de que sean niños. Es muy fuerte la situación que pasan.


- ¿Cómo superaste tus trabas internas para establecer este vínculo más personal con Fundame?


- Procesando todas las emociones, algo que en el momento no pude hacer. En aquella situación todo tenía que ser acción. Así me manejé y llevé adelante el Bailando 2015, nunca me victimicé porque lo detesto. Además, el no bailar el año pasado me dio tiempo para recalcular cosas pendientes.


- ¿Qué pasó cuando supiste que este año bailabas por un sueño tan relacionado a vos?


- Se me vinieron imágenes, empecé a recordar todo y aquello que me dio mayor fuerza en ese tiempo: el amor que yo tenía por mi entonces pareja. La palabra está muy trillada y medianamente desvalorizada, pero a mi edad y experiencia, fue lo que me llevó adelante. El amor me conectó con San Juan y con esta fundación que ayuda tanto.


- ¿Cómo es tu vínculo con Fundame?


- Por Whatsapp tengo un contacto muy lindo, sobre todo con María, la presidenta que me acerca a todo el grupo. Mi mayor motivación es para quienes están con los pacientes, hay que tener huev... si bien el que tiene la enfermedad es el que lleva la peor parte y yo siento admiración por estos niños. Todo esto pese a lo que se ve en pantalla y se vive en el certamen, donde pasan un montón de cosas, que van más allá del sueño...


- ¿Te referís a las famosas "previas", al intercambio de palabras con el jurado...?


- A las peleas mediáticas y esa parte del show que se aleja un poco. En Ideas del Sur, el piso tiene un potenciador sumado al miedo que sentís por cómo te está viendo la gente, a las críticas que pueden ser positivas como negativas. Uno se ve limitado porque si te dejás llevar por las emociones y te largas a llorar, después te dicen: "Mirá, cómo se aprovecha". En la TV tenés que estar abierto a todo lo que puede pasar.


- ¿Cómo te caen los comentarios que los señalan como "acomodados", por ser Lourdes la pareja de Prada?


- Siento que la atención, obviamente, está puesta en ella, y yo la acompaño en lo que Marcelo disponga en la previa. Ahora se insiste en que estamos acomodados y en los privilegios de ser ella la "primera dama". Yo creo que es una obviedad, es muy básico quedarse en ese recurso, pero creo que es la forma de descargar envidia.


- ¿No es un juego entonces?


- Sí, es un juego mediático. Es la forma en que la pareja da que hablar. Pero no lo disfruto cuando desvalorizan nuestro trabajo para quedarse sólo con eso, como pasó con el reggaetón. Yo no bailo como bailo ni armamos las coreografías que armamos, por ser ella la mujer del "Chato". Lo que logramos es en base a horas de ensayo, creatividad, esfuerzo y compromiso, por eso entiendo que Lourdes llorara esa noche. Uno lo disfruta pero la crítica general en las redes sociales es un poco dura.


- ¿Te llegan las malas críticas de los usuarios?


- Lo que tienen las redes que es terrible, por eso no uso Twitter, es que es un arma de daño en el anonimato. Me podés ver discutiendo con Ángel de Brito pero no podés hacer un juicio de mi persona por eso, sin conocer mi pensamiento. Si vos me bardeás yo contesto claro, respondo con inteligencia. La mayor parte de los mensajes son positivos, pero cuando leés uno negativo te choca.


- Y no permitís que te avasallen cuando el jurado critica...


- Ya en otras ediciones tuve cruces con ellos porque me criaron con el "vos sos igual que yo y yo soy igual que vos". Entonces no tengo problemas de hablar con Moria o con Marcelo o con quien quiera. Cuando me quieren hacer sentir inferior, no me importa que me esté viendo un país entero. Encima me gusta hablar, leo y veo muchas series y si algo me sobra son palabras. A la gente le choca que hable porque está acostumbrada a un patrón, que no sé de dónde se sacó, que un bailarín no puede ser mediático.


- Y en vos se unen las dos cosas...


- Exacto. Estamos en una reality y podemos hablar. Además, toda la vida fui Zapata; si no la gana, la empata; lo llevo en mi ADN.


- Como pareja de baile están entre las mejores duplas... ¿te sentís ganador?


- Eso lo decide la gente, por eso me molesta tanto cuando hacen hincapié en que hay favoritismos; eso genera una empatía extraña en la gente que no conoce al 100% lo que pasa detrás de escena y si se lo cuentan mal es injusto. Pero el deseo de ganar es lo que te motiva.