Con sentimientos encontrados, podría decirse, atraviesa Gabriela Toscano el estreno de su nueva película, que protagoniza junto a Adrián Suar -por primera vez compañeros de set- y Soledad Villamil. "Corazón loco", se llama la comedia dirigida por Marcos Carnevale, que iba a ver la luz en marzo pasado, cosa que no pudo ser debido a la pandemia y el consecuente cierre de las salas. Y si bien estaba pautado que luego del debut en los espacios cinematográficos pasara a las plataformas, finalmente decidieron que estrenara directamente a nivel global en Netflix, algo que sucederá el próximo 9 de septiembre. 


Entre la añoranza del ritual que implica un estreno clásico y con la gran vidriera que -reconoce- brindan las nuevas tecnologías, ahí está parada Gabriela, que en sus muchísimos años de actriz -comenzó cuando era una niña- no había vivido algo semejante. Pero lo último que pierde es la esperanza y las ganas de volver. De todo eso habló con DIARIO DE CUYO.


  - Y finalmente de estreno...


- Sí... de estreno, bueno... Nos quedamos un poco desilusionados, obviamente que esto que pasa nos llevó acá, pero bueno, así es la vida... Igual estamos contentos porque en medio de esta tragedia que estamos viviendo, es como que uno hizo algo y se puede ver, es el trabajo de muchas personas, hay una gran producción y un equipo muy grande para esta película.


- ¿Te gustó volver a la comedia? 


 - Sí, me divierte mucho y es una muy buena comedia, dramática podría decir, donde estas dos mujeres descubren que su marido tiene dos familias y deciden juntarse para hacer algo. Pero sobre todo es una historia que el espectador se va a sentir identificado con alguno de los personajes, porque cada uno tiene su razón de ser. Además está muy bien actuada, es un elenco hermoso, nos llevamos muy bien y eso se ve en la película. Con Adrián siempre tuve una relación de productor-actriz y fue una gran experiencia trabajar juntos, con Soledad también y Marcos nos dio una libertad de aporte muy interesante. Y desde el principio sabíamos el tono de la comedia, que tiene mucha verdad...


- ¿Es difícil hacer comedia?


- Tiene sus cosas como el drama, pero yo no creo que hacer reír sea más difícil. Uno tiene que concentrarse en contar la historia y encontrar el tono. Pero en este caso, además, la peli llama a la reflexión, porque se plantea muchas cosas. Es una comedia que tiene thriller y la hace muy llevadera.


- ¿Qué es lo que más te pesa de no estrenar en sala?


- Y, el cine siempre es algo lindo, ir a sentarse a un butaca y ver la peli en grande, que es como un pensamiento enorme; y también es lindo el tema social, estar con muchos y compartir una misma historia, aunque no los conozcas. Es como el teatro, es el ritual, y esto es como perder ese ritual, esa ceremonia. Por otro lado lo que sí tiene Netflix es una gran llegada. La peli iba a ser estrenada en cines y había un convenio de que después de un tiempo iba a ir a la plataforma, pero pasó directamente ahí porque sin la posibilidad de salas, es como que la película envejece ¿no?


- Hablando de trabajo, muchos han recurrido al streaming para paliar un poco esta situación... 


- Sí, yo creo que vamos a estar así mucho tiempo y veremos cómo va a funcionar... Es una nueva modalidad, otra cosa como para que podamos seguir, porque muchos viven de esta profesión...


- Lo ves más como una necesidad, casi obligada, que como una herramienta de trabajo...


- El streaming es una salida necesaria, pero no es lo mismo. Por ahora lo veo como una salida para no quedar afuera de todo...


- Algunos dicen que llegó para quedarse. ¿Pensás que no podrá ganarle a la presencialidad?


- Primero creo que va a ganar la presencialidad si tenemos una vacuna; y el streaming creo que vino para quedarse pero para otra cosa, para temas puntuales. Está bueno porque podés ver algo en otra parte del mundo y se pueden a hacer clases a distancia de algunas cosas... Se va a quedar para algo, pero el hombre por naturaleza tiende a juntarse, a querer el ritual, a comunicarse...


- No es igual, cierto, pero permite eso que dijiste, poder ver desde otro lugar físico y en simultáneo; y sumar público a la obra... 


- Sí, a lo mejor se puede hacer algo de eso, pero para mí nunca será lo mismo, porque cuando vos llevás, por ejemplo, una obra de teatro a otra provincia, la gente va a verte, es maravilloso, es otro público, otra sensación... Para el teatro es muy importante el ida y vuelta de energía, esa magia inexplicable... 


- No te convence mucho... ¿Lo harías?


- Podría, no es lo que más me llama ahora, pero no me niego. Para mí sería más como una especie de programa de televisión, pero creo que toda propuesta o lo que uno pueda hacer, bienvenido sea. Igual, supongo que esto será como un gran paréntesis para el mundo y quiero tener la esperanza de que después ese paréntesis se borre. A los argentinos nos gusta juntarnos, abrazarnos, darnos besos... Algunas cosas van a quedar, vamos a repensarnos, creo que en ese aspecto va a ser importante...


- ¿Te replanteaste ser actriz en algún momento de este trance?


- Creo que uno en cuarentena se replantea todo (risas), quién sos, qué hiciste, qué no, qué vas a hacer... Pero bueno, hay que esperar un poquito que se aclaren las aguas, ver dónde uno se ubica, las posibilidades verdaderas que tenemos, lo que quiere la gente, porque tal vez lo que funcionó antes no funcione ahora... qué se yo... Uno empieza a replantearse cosas, pero creo que no es el momento, son cosas que uno piensa porque está como encerrado y no es el mejor momento porque estás empapado de una cosa distinta, que tiene que ver con una angustia general y se siente exigido con eso. Pero bueno, lo más importante que me hizo pensar es que si uno tiene vida y salud, puede pelear cualquier cosa.