Se los percibe unidos y orgullosos. No es para menos. Es la buena vibra que irradia este grupo de ASAL (Asociación Sanjuanina Pro Adaptación Laboral), que conduce el programa Integrándonos por Canal 5 (ver aparte) y que el fin de semana pasado fue galardonado en Brasilia con el "Premio FIP Periodismo para la Tolerancia 2008", de la Federación Internacional de Periodistas para América Latina, que les entregará un lauro de mil dólares. Fue tan efectiva la labor del ciclo educativo en 2008, que sus integrantes -Susana Arce, Maxi Castro, Soledad Ochoa, Miguel Tejada, Daniel Castelli, Verónica Lucero y Rubén Gómez-, disfrutan el hecho de comandar un formato que "contribuye a potenciar el desarrollo de personas con discapacidad intelectual y facilita su integración social y laboral".
La premiación se llevará a cabo en la ciudad carioca el 4 de diciembre y el dinero otorgado será destinado "a todo lo que haga falta en la institución", afirmó Omar Cerezo, el docente guía y coordinador.
Pero esa no es la única alegría que recibieron este año. El "dream team" también estuvo nominado a los Martín Fierro como Mejor Programa de Servicios del interior del país. En ese tren viajó a Buenos Aires en octubre para "ocupar dos mesas" en la famosa gala; y aunque no ganaron, pasaron una noche inolvidable.
"Nos sacamos fotos con Juan Alberto Mateyko, el Negro Alvarez y Graciela Alfano. Ella es muy linda. Estar con los famosos fue muy fuerte", dijo Daniel Castelli (59), hijo del fundador de la ASAL -que próximamente llevará el nombre de su madre Susana de Castelli- y habitante de la institución desde 1982.
El reconocimiento internacional y la nominación a los Martín Fierro potenciaron los anhelos más profundos de sus protagonistas.
"Es un sueño hecho realidad porque desde chiquita siempre quise ser locutora y periodista. Ahora me conocen hasta los perros", dijo con una sonrisa Susana Arce (39), que ingresó a la ASAL en 2007, es fan de Susana Giménez y fue elegida por sus compañeros como "la conductora oficial y la más famosa de todos nosotros". "Pero todo esto no hubiera sido posible sin la ayuda de Omar, mi príncipe azul", agrega con idílica admiración.
"Vivimos este premio con tremenda alegría porque no somos profesionales de la televisión y lo hacemos desde un marco educativo. Es un proyecto pedagógico que ayuda a los chicos a través de la televisión. Por ejemplo, si alguno tiene dificultad de lecto-lectura, le hacemos redactar textos y lo repasamos entre todos", contó Cerezo, el "papá postizo".
"Hacemos juegos de roles, anotamos las preguntas para las entrevistas y cada uno aporta ideas para que el programa salga estupendo. Somos un gran equipo y vamos a seguir luchando por el respeto", acotó Susanita, la más histriónica y charlatana del grupo.
"Vivo este premio con mucha emoción porque de chico me gustó la locución y porque el programa sirve para que la gente no nos discrimine", agregó Maxi Castro (31) que, junto al resto del equipo, desde octubre de 1993 -el mes de la educación especial-, también conduce "Diferente", un micro de media hora en FM Universidad (93.1), donde despuntan su pasión por la radio y prolongan su mensaje concientizador.
"La gente con discapacidad podemos trabajar. Algunos dicen que no, pero Dios permitió que nosotros podamos estar en radio y en televisión" aseguró Susana, que con pudor y picardía confesó que está de novia "pero no te voy a decir quién es porque me da vergüenza".
"Le pedimos a Dios que el programa siga para que la sociedad pueda darse cuenta que somos personas" profesa el conjunto, que aferrado a la fe, sensible y generoso, también organizó una campaña solidaria para ayudar a los damnificados del pasado terremoto en Perú.
"Recalcamos que cada uno desde su lugar, tiene que aprender a ser más tolerante con los demás. A aceptar que el otro no tiene por qué ser igual a mí", dijo Cerezo, quien en el plano laboral, comentó que en general "las empresas no quieren tomarse el tiempo de averiguar si estas personas están aptas para un trabajo. "Está claro que no pueden realizar mucha tareas, pero otras sí", sumó.
En esa línea, Susana, Maxi, Daniel, Soledad, Miguel, Rubén y Verónica podrán tener dificultades motrices o mentales. Pero sus sentimientos y su lucha diaria demuestran que sus capacidades no sólo son diferentes, sino también ejemplares.

