"Estar dotado para esto no es nada sencillo, hay que tener mucho esfuerzo, perseverancia, inteligencia, paciencia… el gran deseo que uno tiene es que esos chicos sensibilizados por la música traten de continuar con su estudio porque le brindan algo muy poderoso a la comunidad". Así piensa Omar Atreo Buschiazzo sobre lo que hace falta para ser guitarrista. Maestro de maestros, el destacado concertista se mudó con su familia desde Tandil a San Juan en 1972, para dar inicio a la primera cátedra de guitarra de la UNSJ. Junto a Graciela López Cazenave, su esposa y también guitarrista, formaron a cientos de alumnos, algunos de los cuales se convirtieron en destacados instrumentistas y docentes. Ambos están hoy en la provincia invitados a un concierto homenaje en el Auditorio Juan Victoria (esta noche a las 21 hs, gratis) que tocarán en su honor actuales profesores de las cátedras de guitarra -ex alumnos del maestro- y conjuntos formados por estudiantes. 

"Es una emoción tremenda, nos sentimos raros a la vez. Hace 10 años que dejamos San Juan y desde entonces vinimos sólo dos veces. Leímos el programa de las personas que actuarán y son un montón de nombres que no conocemos, pero los sentimos como nietos nuestros" aseguró a DIARIO DE CUYO Buschiazzo que fue contactado por Fernando Hidalgo, uno de sus ex alumnos, quien aunque no se dedicó a tocar la guitarra, sí se convirtió en gestor cultural y por eso este concierto era para él un pendiente desde hace muchos años, porque "los homenajes se hacen en vida" recalcó. 

Era 1969 cuando hicimos un concierto a dúo en la Biblioteca Franklin, convocados por la asociación "Amigos de la música". Nos maravilló San Juan, un público fantástico. En 1972 me llegó una invitación de la Secretaría de Cultura para un curso de perfeccionamiento para alumnos y profesores de la entonces universidad provincial Domingo F. Sarmiento. Luego se funda la UNSJ, nace la cátedra de guitarra y me invitan a ocupar la titularidad, dejamos Tandil, Graciela fue también nombrada con un cargo semi exclusivo" recordó el maestro, que da cabal muestra de una memoria envidiable, compartiendo datos precisos que dan una idea del movimiento musical de la época y sus protagonistas. Hasta que se jubilaron en 2013 Cazenave y Buschiazzo acompañaron el desarrollo de al menos dos generaciones de guitarristas sanjuaninos y de algunos que eligieron terminar acá sus estudios para hacerlo con él, como Juan José Olguín, que fue uno de los primeros egresados y a quien conocían de Olavarría. 

Ambos profesores fueron conocidos por su rigurosidad en la enseñanza. "Graciela y yo tuvimos una maestra que ha sido un eslabón fundamental en la guitarra, María Luisa Anido.Una mujer extraordinaria, de una inteligencia superior, una generosidad increíble; su legado fue valiosísimo. Tuve el honor de hacer dúo con ella por cuatro años y que la maestra me invitara para grabar un disco con ella, además de hacer gira por Italia un año. Toda esa exigencia de la maestra, que no era poca, hizo que uno también fuera muy exigente con uno mismo, perfeccionista y algunos alumnos habrán renegado conmigo, pero me parecía absolutamente necesario en una cátedra de nivel universitario" resaltó Buschiazzo.

"Los conjuntos de guitarra se iniciaron con Graciela, ella trabajó mucho tiempo con un grupo que se llamaba Zonda Pre, muchos de esos chicos del preuniversitario siguieron la carrera universitaria. Después de que nosotros nos jubilamos, siguieron creciendo y se hicieron conjuntos dirigidos por profesores que fueron los primeros egresados. La satisfacción grande es que esos profesores, ex alumnos y quienes ahora están trabajando, alumnos de ex alumnos, han hecho muy bien el trabajo, han mantenido el rigor" aseguró el guitarrista que en 1975 tocó por primera vez en una sala local el famoso concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, entre otros hitos musicales que atesora de su carrera en San Juan. 

Buschiazzo destaca como logro que los guitarristas empezaran a tocar con la Sinfónica como solistas. "San juan no había oído la guitarra con orquesta, y luego siguieron integrados y en la actualidad a través del concurso Vicente Costanza, muchos han actuado con la orquesta, ese es un logro muy importante", apuntó. Mirar para atrás, ver lo conseguido y lo que se continuó haciendo es importante para ellos. "Es la satisfacción más grande que un profesor puede sentir , porque es la semilla que uno dejó y por eso este concierto homenaje, que mucho valoramos y agradecemos, tendría que ser extensivo a todos los profesores que han seguido trabajando en este nivel y con estos logros notables. He visto grabaciones de los conjuntos en Youtube y se escuchan impresionantes, pero además los profesores hicieron arreglos muy valiosos" aseguró el músico. 

Inicios. El dúo y matrimonio en su juventud, unidos por la guitarra.

La vida de este talentoso matrimonio se vio entrelazada con los destinos del Departamento de Música en una provincia que adoptaron como propia y donde crecieron sus cuatro hijos, Antonino (él único que se dedicó profesionalmente a la música), Julieta, Román y Leandro; y donde encontraron grandes amigos. "Nos costó dejar Tandil, pero aquí trabamos amistades que tuvieron mucho que ver, porque entraron con mucha fuerza en nuestros corazones y fue un estímulo muy grande para quedarnos en San Juan. La amistad con Julio Largacha, que murió trágicamente y lloramos mucho; con Juan Zlatan Kowalski, un hombre maravilloso; con el maestro Juan Petracchini, gente inolvidable" enumeró Buschiazzo con tono nostálgico, que fue superado por su entusiasmo para dar consejos a los jóvenes músicos sanjuaninos. 

Encuentro. Espontánea, Graciela saluda a Fernando Hidalgo, exalumno que ideó el homenaje.

"Pueden o no estar de acuerdo en todo con su profesor por más pergaminos que tenga, pero también es necesario que busquen al autodidacta en cada uno. La guitarra es un instrumento muy particular, la mano derecha es determinante, es la identidad del guitarrista, el tema de la uña, cómo está limada, si va a pulsar la cuerda con más o menos yema, en qué ángulo, si saca la muñeca más afuera… es algo muy personal. Yo le debo muchísimos a María Luisa Anido, pero me frenaba intentar hacer las cosas como ella", apuntó el maestro, un hombre que dejó huella en la historia sanjuanina de la "guitarra de escuela" como le llama y que no le teme al entrecruzamiento con lo popular – "amplía horizontes", dice-. Un hombre dedicado a su pasión y a transmitirla, que hoy está de vuelta, aunque sea por un ratito. 

EL DATO

Hoy a las 21 hs en el Auditorio Juan Victoria. Gratis. Actúan Alejandro Dávila, Gabriela Pérez, Ensamble "San Juan de la Frontera", cuarteto "Summa", la Orquesta Juvenil de Guitarras y Jonatan Vera