Es apasionada para hablar. Ligada al arte desde pequeña, madre pintora, padre autor de canciones folclóricas. Patricia Aguilar acaba de entrar a la historia de la cultura sanjuanina al convertirse en la primera mujer en ocupar la presidencia de Mozarteum San Juan, una institución que defiende "a ultranza" y que anoche la eligió como máxima autoridad tras una asamblea en el Club Social. 


"Toda la vida he sido parte de Mozarteum como público, como abonada, la formación de mis hijas a nivel cultural tiene que ver con eso, ya que desde pequeñas las llevé a los conciertos. Toda la familia ha sido partícipe, incluso llevando a otras familias. También integré una comisión juvenil que formó Carlos Fagale en el 88", comentó a DIARIO DE CUYO la flamante presidenta, quien tiene 53 años, nació en San Luis, casada con Raúl Marún, tienen dos hijas, Marian (25) y Juliette (27) y profesora de Artes egresada de la Facultad de Filosofía Humanidades y Artes de la UNSJ. Ejerció la docencia por un tiempo hasta que decidió volcarse desarrollar la pintura en su atelier y también aplicó la técnica del vitral a la arquitectura y varias casas sanjuaninas tienen sus creaciones. 


Aguilar considera que su elección como presidente es parte de la renovación que la institución quiere encarar, de hecho se sumaron cuatro personas más a la comisión directiva. 


"Es un desafío que gente más joven tome la posta; este recambio generacional, que se renueve el equipo que trabaja tan bien, hace tantos años. De algún modo es una manera de refrescar la institución. La verdad que soy una defensora a ultranza de Mozarteum, porque me parece un lujo tener esta calidad de espectáculos en una sala exquisita como la que tenemos; perder esto sería gravísimo para la cultura de San Juan", dice Aguilar quien adelantó que buscarán tener más presencia "entre concierto y concierto" con actividades y charlas. 


"El cambio hacia la mujer le da otra impronta. La mirada femenina tiene un modo diferente de ver muchas cosas y es lo que vamos a tratar de imprimir a esta gestión. Yo imagino que todo lo que una mujer puede hacer desde su sensibilidad, va a ser diferente a la impronta que pone un hombre, yo creo que es valioso desde ese lugar, porque la gestión la puede hacer igual un hombre que una mujer, pero hay cosas de la sensibilidad de una mujer que se pueden dejar traslucir en una gestión, que será seguramente diferente". 


En medio de los reclamos para que más mujeres ganen espacios en igualdad de condiciones, el hecho de llegar a dirigir una entidad que desde su formación estuvo en manos de hombres para Patricia es sólo una coincidencia. "En verdad pusieron mucho las mujeres del grupo, de la comisión las que sugirieron que fuera una mujer; sí me parece que puede coincidir con eso, hay un boom de que la mujer ocupe ciertos lugares donde se puede ver esto que te decía, la diferencia sobre cómo vemos las cosas", dijo Aguilar.


En cuanto a los ejes de su gestión, además de sumar actividades por fuera de los conciertos, Aguilar considera que es "importante mimar al abonado, debe tener un trato preferencial, ya que si él se está premiando con ese abono y el apoyo hacia nosotros, habrá ciertas cosas que significarán mimos para el abonado que no existieron antes", dijo. Tener mayor presencia en las redes sociales y apostar a la formación del público también son puntos a tener en cuenta en la nueva etapa. "Queremos que la gente pueda acceder a charlas y actividades que tengan que ver con la música y con lo que Mozarteum promueve, que ayuden a crecer como amantes de la música", apuntó.


Desde siempre y salvo excepciones, la temporada de abono de Mozarteum se desarrolló en el Auditorio Juan Victoria, sala que Aguilar elogió ampliamente.


"Yo estoy convencida que hay público suficiente (para los conciertos), lo que creo que falta es que conozcan más el Auditorio. A pesar de que se hacen muchas actividades, la gente no sabe la joya que tenemos, que en Latinoamérica es prácticamente única, que la tenemos aquí y no la valoramos como se merece. Tener el placer de escuchar un concierto en esa sala es como estar en una sala europea por un costo infinitamente menor de lo que saldría allá, donde pagás 50 o 70 euros. Lo que falta no es el público, que está, sino volver a encantar a la gente con esta sala", dijo Aguilar.


Con el teatro del Bicentenario funcionando a pleno, no cree que el auditorio haya sido dejado de lado. "Hay un gran interés por lo nuevo, nos llama la atención a todos, incluso soy asidua espectadora de los espectáculos del Teatro del Bicentenario, que me parecen de muy buen nivel, pero son cosas diferentes, que en realidad, repito, no saben los sanjuaninos la joya que tenemos con el Auditorio", sostuvo y, lejos de la competencia, consideró que aunque comparten público con el TB, "cada uno tiene su propia programación y es verdad que algunos de los programados este año los hemos escuchado otras veces en el programa de Mozarteum, pero quizás otro público podrá acceder a esos conciertos y está muy bien, quizás no lo escucharon en el Auditorio antes, me parece que en algún punto nos tocamos con el publico, pero hay otra gente que podrá disfrutar de esos conciertos".


En una análisis general de la escena local, Aguilar celebró el crecimiento cultural que nota en San Juan. "Felizmente tenemos una oferta cultural todo el año, ha crecido y eso nos fortalece como comunidad. Lo que falta es educar un poco más como ya se está haciendo y desde Mozarteum también vamos a aportar. Eso será un elemento que sumará a esta hermosura de programación anual que tenemos" dijo la entusiasmada presidenta, que debutará presentando mañana la programación anual que arranca en mayo. 


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"El cambio hacia la mujer le da otra impronta. La mirada femenina tiene un modo diferente de ver muchas cosas y es lo que vamos a tratar de imprimir a esta gestión".