
"Quien se consagra como el mejor pastelero amateur de Argentina, y se lleva el premio de 500 mil pesos es…", empezó Paula Chaves, hizo la pausa de suspenso de rigor y lo dijo, lo gritó más bien: "¡Gastón!". Entonces Gastón, quebrado en llanto, también gritó: "¡Vamos la Patagonia!", para enseguida abrazarse con Hernán, el otro finalista. "¡Es tuyo también! ¡Es tuyo también", le repetía.
Durante la final de Bake Off, ambos finalistas se mostraron felices y agradecidos. En este caso, la torta de Gastón vale 500 mil pesos, su premio.
"Tendrán que hacer dos tortas que los represente a ustedes como pasteleros", fue la consigna impartida por el jurado, Christopher Krywonis, Damián Betular y Pamela Villar. "Preparados, listos… ¡a hornear!", dijo Paula.

Gaston (20 años) encaró una torta de tres pisos, con bizcochuelo de café en la base, una red velvet en el medio, y él -en versión muñequito de torta- asomando en un cupcake. Para el decorado: imágenes del Obelisco y del cerro Chenque, emblema de sus pagos patagónicos, en Comodoro Rivadavia.
Hernán (38), por su parte, compitió con una torta de dos bases, una de galletas de chocolate con dulce de leche y crema, otra de mascarpone y crema de almendras, y arriba su inicial, una H decorada con crema de ricota y frutillas. "Prefiero hacer mi juego. Desde el primer día Gastón era superior. Jugar contra él era lo mejor que me podía pasar", decía Hernán con el horno en marcha. "Creo que esta torta me representa muy bien", confiaba Gastón.
"Una clave", recordó Christopher, "presten tanta atención a la estética como al sabor".
"La frescura inicial de arriba, me mató", le dijeron a Hernán. "Excelente sabor de cada bizcocho. Aunque hubiera elegido otro pie de torta", acotó Damián Betular. Pamela Villar agregó: "Me parece que esta muy rica, seguís sorpendiéndonos con los sabores".
Gastón escuchó un "está deliciosa, bien húmeda, muy rico en boca", sentenció Betular. "Esta torta soy yo", se mostró entre orgulloso y nervioso el responsable.
"Dieron todo de una manera muy ejemplar: uno más ostentoso, Gastón, otro más tranqui, Hernán, pero los dos son grandes finalistas", cerraba Christoph. "Vamos a tener que pelearnos para llegar a una decisión justa", cerraba, aunque ya se intuía que la otra torta, la de los 500 mil en efectivo, se la llevaría Gastón.
Antes del veredicto, Paula les pidió que salieran de la carpa. Allí los esperaban todos los participantes y sus familiares para abrazarlos y compartir el momento. Con su premio en la mano, y todavía llorando, Gastón miró a cámara: "Nada es imposible", dijo.
