"Fue el primer mito erótico del cine de América latina. No existe otra de esa temperatura", señaló el paraguayo Manuel Cuenca, historiador de cine. Mito que creció a nivel exponencial ayer, cuando a los 83 años falleció Hilda Isabel Gorrindo Sarli, "La Coca", una muchacha tímida criada por su madre "chapada a la antigua" y abandonada por su padre, que trabajaba como secretaria en una agencia de publicidad. Así fue hasta que sus curvas y su exótico rostro le abrieron la puerta al mundo del modelaje y en 1955 un concurso de belleza le cambió la vida. Coronada Miss Argentina, compitió en Miss Mundo en California. No ganó, pero gracias a eso la "descubrió" Armando Bo, para quien se convirtió en mucho más que su actriz fetiche y con quien rodó la mayor parte de su filmografía. El debut fue El trueno entre las hojas, donde hizo su primer desnudo engañada. Para una escena donde se bañaba en un lago, Bo le había dicho que usaría una malla color piel... que nunca llegó. Luego que las tomas serían desde lejos, que nada se notaría. Obviamente no fue así, ella se enteró cuando vio el film terminado y, furiosa, rompió de un cenicerazo el vidrio del escritorio del director. Pero la película fue un trueno, rayos y centellas. Acababa de nacer la sex symbol que trascendió generaciones y países con su mezcla de ingenuidad y lujuria; con su despampanante físico y frases como la clásica "Canalla, que pretende usted de mí". Un ícono a quien la muerte no hizo más que inmortalizarla.
El trueno entre las hojas (1958)
De la mano de Armando Bo, fue el debut de la diva, que se convirtió en la primera actriz argentina que hizo un desnudo total en el cine. "Salí en la revista Times dos veces y en Life, seis (...) Ese desnudo significó el inicio de una carrera llena de éxitos", supo decir Sarli.
India (1960)
Una de las pelis de más alto voltaje, también de Bo, que detonó las versiones "tijereteadas" para la Argentina, iniciada un año antes con Sabaleros. Sarli ya era un dolor de cabeza para el Instituto del Cine, que no le permitió filmar con el torso desnudo como estaba previsto.
Setenta veces siete (1962)
Bajo las órdenes de Leopoldo Torre Nilson y con el español Francisco Rabal, coproducida con Brasil y España, fue su primera incursión en el cine considerado "serio". Fue su séptima película y la primera vez que no filmó con Bo, pero a propuesta de su "mentor".
Carne (1968)
Ardieron las disputas con el Ente de Calificación Cinematográfica creado en 1966, sobre todo durante la gestión de Miguel Tato, época, también, de Desnuda en la arena, Fuego, Fiebre e Insaciable. Una viuda descocada, en 1980, fue la última con Bo, junto a José Marrone.
La dama regresa (1996)
Tras la muerte de Bo en 1981, Isabel rodó esta película con Jorge Polaco, con quien mucho después volvió a filmar (2009, Arroz con leche). Era su regreso al cine y era el regreso del mito erótico. Aquí encarna a Aurora, una millonaria que vuelve a su pueblo para vengarse.
Mis días con Gloria (2010)
Tenía 81 años y, bajo las órdenes de Juan José Jusid, junto a Luis Luque y Nicolás Repetto, hizo su última aparición en cine, con esta historia policial en la que compartió por única vez con su hija adoptiva, Isabelita Sarli. Incluye varias escenas de sus películas icónicas.
La Coca dixit
"Terminé el secundario y estudié dactilografía, taquigrafía, inglés: la perfecta secretaria. Me tomaron en una agencia de publicidad. Un día, tuve la oportunidad de posar en una sesión de fotos, y ya no paré".
"Pertenezco a esa época en la que estábamos Gina Lollobrigida, un poco antes de Brigitte Bardot y Sofía Loren; México tenía a Sara Montiel, y Argentina tenía a Isabel Sarli, estábamos todas estas mujeres, un grupo que hoy no existe".
"Hice 28 películas con Armando y las quiero a todas, me encantan, yo no reniego de nada de lo que hice. Algunas fueron tremendas, yo regresaba a casa y mamá me decía: 'Pero, Coca, parece que volvés de la guerra', porque había estado filmando en la selva".
"Mi relación con Armando se caracteriza así: fue el padre que no tuve, el hermano que perdí porque murió siendo chico, el compañero, el amante. Todo".
"Nosotros (con Armando Bo) no tuvimos hijos porque a mí me hacía estremecer el dolor de las mujeres en los partos que vi en el cine. Pero también porque él decía que no podía haber una sexy embarazada y que nuestros hijos eran las películas. Y tenía razón, ¿no? Porque yo tenía que trabajar, trabajar y trabajar".
"Cuando Armando falleció, yo ya no quería hacer más nada. Me quería morir".
"Muchas escenas las teníamos que filmar dos veces. En Fiebre, por ejemplo, yo me tenía que tirar desnuda y revolcar en la alfalfa. Armando me decía: 'Coca, vos ahora te sentís yegua. ¡Sos una yegua! ¡Tenés que comer alfalfa!, vamos, ¡comé alfalfa! ¡Las yeguas comen alfalfa!".
"Empecé a tomar whisky recién en el 68, cuando hice Fuego. Esa venía con bastantes desnudos (...) En esa película yo estaba muy nerviosa y Armando, para calmarme, me daba un poquito de whisky con Coca-Cola (...) También cuando hice Carne, que era muy violenta, el pequeño whisky que tomaba antes de filmar me ayudaba un poco".
"Yo no he hecho escándalo. El único escándalo que yo hice fue pegarle una cachetada a un cura. ¿Sabías eso? Alrededor del '74, '75, el Instituto de Cine hacía una fiesta (...). Vamos. Entonces, un amigo me dice 'usted está triste, Isabel, venga que le voy a presentar al padre Zaffaroni que le va a dar consuelo por la muerte de su madre'. Bueno, me acerqué. Yo tenía un vestido muy lindo, soirée, con escote, y una estola de zorro blanca. Me acerco y me dice, con el dedo, por poco me lo mete entre las tetas: '¡Mire cómo anda! ¡No tendrá perdón de Dios!'. Me enceguecí, le di una cachetada a mano abierta y cayó sobre todos los sandwiches y las masitas".
"Me alegra mucho que la nueva generación sean chicos que me dicen Coca Sarli: ya nadie me dice Isabel. Muchos me conocen por la televisión, mis películas se dieron en Space, I.Sat, Retro, algunas muy cortadas, otras bien, y están los que me conocen a través de sus padres. Yo abarqué las generaciones del '60, '70 y '80".
"¡Mirá el escándalo que es hoy la televisión! Ya no sólo hay desnudos, ¡escuchá lo que se dice! Un distribuidor me dijo que mis películas eran, hoy en día, picardías de una monja cuando no está la madre superiora".
(Fuentes: Radar, Clarín, Página 12, Noticias Urbanas)