En una noche cargada de emociones, este último domingo, el reality Gran Hermano se despidió de una jugadora. Paloma quedó eliminada en una instancia en la que el público votó en forma positiva para que su participante favorito se quede en el programa. Al ser quien menos votos recibió, la joven tomó su valija y dejó la casa.

Tras su salida, mientras todos hablaban de ella, se vivió un momento muy particular. Mientras los jugadores estaban con los últimos preparativos de la cena, Furia fue llamada al confesionario por la voz del Big. Posteriormente, se la vio salir del recinto llorando, al tiempo que trataba de ocultar sus lágrimas de las cámaras y de sus compañeros.

Es que, tal como estaba previsto, durante la mañana de este lunes la joven volverá a salir de la casa y tendrá una reunión con los médicos que analizan su salud, para por fin poder tener un diagnóstico y conocer los resultados de sus estudios. Por ese motivo no participó de la cena grupal, ya que se le pidió que realizara un ayuno por si durante su visita a la clínica surgía la posibilidad de tener que realizarse algún otro análisis. Ante esto y visiblemente cabizbaja, prefirió refugiarse en la habitación acostada en el piso y abrazada a Arturo.

Minutos antes les dejó a algunos de sus compañeros un listado con algunos productos que necesita, ya que no podrá asistir al supermercado para hacer la compra semanal debido a la salida médica que tiene pactada al Sanatorio de Los Arcos.



La preocupación por el estado de salud de Juliana se hizo eco en las plataformas digitales, donde los seguidores del programa expresaron su ansiedad por conocer los resultados de sus pruebas médicas. Santiago del Moro, desde su programa radial en La 100, reveló que “el protocolo lo maneja la gente de Los Arcos y van a tener una reunión con ella”.

“Son varios médicos. Van a hablar con ella y, si está todo bien, y la entidad médica firma el apto médico, va a poder regresar. Y si no, no. Así que hoy en la mañana se va a saber el diagnóstico finalmente”, explicó el conductor. Además, constató que la ecografía y la tomografía que le realizaron la semana pasada “dieron muy bien”. “Lo que restan son los análisis de sangre”, agregó.

Según indicó del Moro: “Primero le iban a contar a ella y después iba a ver ella qué quería hacer con esa información. Obviamente, después veremos qué pasa con Juliana y el programa”; aunque aventuró que, conociéndola, “ella va a contar todo. No creo que tenga ningún problema. Lo que sí hay que respetar los tiempos para que lo cuente. Lo bueno es que hoy ya vamos a tener el diagnóstico”, aseguró.

Santiago aclaró que en caso de detectarse alguna enfermedad y los médicos lo vean viable, podría continuar incluso como participante dentro del ciclo. “Lo que pasa es que a lo mejor no tiene ni tratamiento, o tiene que ir a verse cada un mes o cada dos o cada tres”, dijo.

La salud de Juliana se convirtió en noticia la semana pasada. Fue el propio Del Moro quien lo anunció y alborotó todo lo que rodea al fenómeno Gran Hermano. En sus redes sociales, el conductor contó que Furia saldría del juego unos días por un inconveniente relacionado con su salud. “Juli próximamente va a salir de la casa de GH, según han decidido los médicos para ampliar unos estudios clínicos”, expresó el conductor sin dar mayores precisiones al respecto.

Lo que se comunicó oficialmente es que la doble de riesgo había sufrido una infección urinaria durante su estadía en la casa, y que el resultado de los estudios había arrojado algunos niveles que alertaron a los médicos. Este fue el motivo de la salida revelado por el conductor, que finalmente se produjo durante la mañana del miércoles, en medio de un fuerte operativo de seguridad para evitar el contacto con algunos fanáticos que se acercaron a la casa de Martínez donde se graba el programa, y además para que se cumpla el aislamiento, uno de los requisitos esenciales de la casa.

Furia regresó a las 15.24 del miércoles, y volvió a interactuar con sus compañeros como si nada hubiera pasado. Con el perfil que la volvió la jugadora más popular de esta edición, se abrazó, bromeó, gritó, gesticuló, y se reincorporó a la dinámica de la casa. Ella misma fue quien pidió aguardar los resultados allí, junto al resto de los participantes.

Al igual que ocurría en el afuera, en el adentro todos querían saber qué había pasado con los estudios y cuál era su estado de salud. En una charla con Bautista y Mauro, mientras hablaban sobre las diversas energías en la casa, Juliana se abrió y dio más información sobre los estudios: “En este momento tengo que pensar en mí, me acabo de hacer un estudio que me puede dar leucemia”.

Según pudo saber Teleshow, y siguiendo con lo que había anunciado del Moro, la participante es la única autorizada a hablar de su salud. Eso acordó con el equipo médico que monitorea su situación, y luego de que reciba los resultados de los análisis, se definirá cómo continúa su participación en el ciclo.