De excelente humor, visiblemente cómodo y muy conversador, Alejandro Lerner desplegó su repertorio sobre el escenario del Auditorio Juan Victoria ante un público que le retribuyó con efusivos aplausos y coreó cada una de las canciones. 

El músico finalmente actuó aquí, tras la postergación en octubre de la gira en Cuyo por una fractura en una mano. Sin embargo ayer -aunque hizo mención a que tiene que empezar la fisioterapia y que toma medicación- sus dedos volaron sobre el teclado e incluso se dio el lujo de tocar el órgano de tubos de la sala antes del show, y le fascinó.

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Un buen juego de luces, pantalla y videos acompañaron la puesta del autor de Juntos para siempre, el tema que dio nombre a la gira de este año, después de los festejos de por los 35 años en 2018.

Luego de un solo de piano, comenzó el camino trazado para esta noche donde fue intercalando canciones de todos sus discos. Con Mira a tu alrededor, contó que está dedicada a "a los que no conocen este país y no lo aman como los que sí lo conocen'.

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El de anoche fue un público comprometido y nada tímido, que se transformó en el coro ideal para un concierto cálido. "Guauu, más vale la calidad que la cantidad' dijo Lerner sobre la entrega del público, que esta vez no colmó la sala.

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Así siguió compartiendo historias de sus inicios y de sus composiciones. Como cuando contó que "No hace falta' en realidad la había compuesto para una película de Alejandro Doria y que no le había gustado. "Por suerte se equivocó el director', lanzó Lerner.

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Al cierre de esta edición, aún restaban gran parte del show y de esas canciones, como Todo a pulmón o Volver a empezar -que según él músico estaban eran el postre- de este gran compositor y músico argentino de una vigencia indiscutida que ayer obsequió todo su talento en estas tierras.

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