A mediados de abril, Lía Crucet fue dada de alta de la clínica psiquiátrica donde estuvo internada para seguir con su tratamiento de manera ambulatoria en su casa. En aquél entonces, la cantante había perdido 60 kilos de forma repentina y tuvo que ser trasladada por un cuadro de deshidratación.

Según el profesional que firmó el certificado médico que avala la externación de la popular artista habría pedido en dicho documento que la cantante necesitaría ser atendida por acompañantes terapéuticos y la atención de un psiquiatra las veces que fuera necesario.

Luego de muchos rumores y de que su marido, Tony Salatino, acudiera a los medios para reclamar los incumplimientos por parte de la obra social la artista, la salud de Lía al parecer se estabilizó, y así lo quiso comunicar en un video para llevar tranquilidad a sus fans, aunque su estado es preocupante.

“Hola amigos del club de fans, acá está Lía Crucet. Muy pronto voy a estar con todos ustedes, la estoy peleando, sé que voy a salir de esta. Los quiero mucho, los amo, un beso grande para todos”, indicó la cantante.

Por su parte, su hija Karina, reaccionó desde Instagram cuestionando al marido de la cantante por el material publicado en las redes sociales de la reconocida cantante: “Hacía falta que el marido publique un video exponiendo a mi mamá así”, lanzó.

“Gracias a Dios, se encuentra bien. ahí estamos, peleándola, pero bien. Toma medicación, pero la va llevando bien. Está totalmente con los pies sobre la tierra, conoce a todo el mundo”, expresó hace un tiempo Tony, marido y representante de Lía, en diálogo con Teleshow. Por otra parte, al ser consultado sobre la relación de la cantante con su hija mayor, Karina, fue contundente: “Todavía no habló. El vínculo está, lo que pasa es que si la hija no llama...qué querés que te diga. Porque ella tiene que estar tranquila, si no llama por ahí está más tranquila. Que se yo, se preocupa de lejos...ni por teléfono se preocupa parece. Pero bueno, está esperando que llame, ya sabe que está acá. No sé que le pasa, pero bueno, está todo bien, no hay problema”, señaló.

En 2012, a Lía Crucet le diagnosticaron cáncer de útero y fue sometida a un tratamiento de recuperación. “Hice todo lo que tenía que hacer, en un principio me dijeron que no tenía cura y los médicos no sabían qué hacer. Hasta que el Dr. Casanovo se empecinó en salvarme. Leí la Biblia, vinieron pastores a casa y oramos y en conexión directa con Jesús y Dios. De a poquito me fueron dando el tratamiento. En el último estudio salió que había desaparecido. Los médicos estaban atónitos”, había afirmado en ese entonces.

Por eso, uno de los médicos que la revisó en estos días fue quien la atendió cuando padeció cáncer, aunque aseguró que no hay nada vinculado a esa patología. Los profesionales le recomendaron que deje de fumar. Un año atrás, en enero de 2020, la nieta de la Lía, Malena González, contó que su abuela tenía esquizofrenia y estaba muy mal de salud, lo que fue confirmado por la hija de Lía, Karina Crucet.

“Desde que yo tengo 14 años muchas veces fue tapado por cosas que prefiero no revelar –aseguró su hija–. Medicada se lleva bien, si se la cuida. En los últimos tiempos ha empeorado. No tenemos ganas de hablar de la enfermedad de mi mamá, ella no está en condiciones de hablar, porque tiene un delirio crónico. No podemos involucrarla mucho, no está en condiciones. Está trabajando igual, hace presentaciones. Es un conflicto en la familia. Si no está en condiciones de hablar, tampoco está en condiciones de trabajar”, dijo, revelando además una interna familiar por el manejo de la situación pública de su madre.

Sin embargo, Lía hizo un desgarrador video para desmentir los dichos de su hija y su nieta sobre su salud mental, y mostró la medicación que debe tomar. “No tengo esquizofrenia ni demencia, tengo bipolaridad. He trabajado con todos los artistas en veinte años de carrera y he ganado cualquier cantidad de discos de oro y de platino”, indicó entonces.