Finalmente llegó el gran día para Pampita Ardohain y Roberto García Moritán. El "casamiento del año" temirnó y es bum de la moda y los festejos. Un megaevento que será recordado a pesar de cómo siga el, por ahora, feliz matrimonio.

La primera en arribar fue Barbie Simons, amiga íntima de la novia y una de las damas de honor. La conductora cumplió con el dress code elegido para este selecto grupo y lució un vestido negro con cut-outs de María Gorof.

Gabriel Alfaro y Diego Schiro, amigos de Pampita, llegaron con su pequeño hijo Gauthier, ahijado de la modelo. El bebé, que marca tendencia en redes con su estilo, lució un dulce conjunto de Dolce & Gabbana.

Pasadas las 18:30, el diseñador Daniel Casalnovo llegó hasta la alfombra roja montada sobre la entrada del palacio con tres de los invitados más especiales de la noche: Bautista, Benicio y Beltrán, los hijos de la novia. Los nenes posaron tímidamente ante las cámaras luciendo trajes en color negro, camisa blanca, moño y zapatillas.

Puli Demaria, amiga muy cercana a la modelo, oficiará también de DJ durante la velada. "Es un día mágico. Hoy le mandé un mensaje a la mañana temprano deseándole lo mejor desde el corazón. Carolina está muy feliz, muy tranquila, serena y decidida. Está plena", contó.

Otro de los que se detuvo a hablar con la prensa fue Pancho Dotto, quien este mediodía protagonizó un confuso episodio en las inmediaciones del lugar. "Este día para ella es muy importante y queremos acompañarla. Acá estamos los que la queremos mucho", dijo el exmanager de Pampita. "Por ahora no le regalé nada. Ella me mandó un mensaje de que se iba a casar, que quería que esté y le dije que sí, ahora le voy a preguntar qué quiere que le regale", aseguró el hombre que "descubrió" a la modelo y la lanzó a la fama.

Si bien Pampita llegó temprano al palacio para prepararse para su gran noche, el novio no hizo su ingreso al lugar hasta cerca de las 19. Fiel a su estilo, decidió seguir de largo con el auto que lo trasladaba y no dio declaraciones a la prensa, aunque al bajar del vehículo se dio vuelta para saludar a las cámaras y esbozar una sonrisa.

Entre los últimos en arribar a la fiesta estuvieron Valeria Mazza y su esposo, Alejandro Gravier, que no iban a detenerse pero, ante la insistencia de los fotógrafos, bajaron del auto y posaron juntos para las cámaras. Luego sí, se apuraron a entrar al palacio para disfrutar de la velada.

"¡Pensé que no llegaba!", dijo Angeles Balbiani, otra de las amigas de la novia, al arribar al Sans Souci. "No tuve tiempo de hablar con ella hoy. Solo nos pidió que vengamos de negro y que nos pongamos esta corona en la cabeza", aseguró la panelista de Intrusos. "Caro es una luchadora, una leona, tengo mucho que aprender de ella", agregó luego.

El último invitado en entrar a la fiesta fue Gabriel Oliveri, director de marketing y comunicación del Four Seasons Hotel. "Estoy feliz por Caro", expresó antes de contar los regalos que le hizo a los novios. "Fueron dos. Uno empresarial, que es la suite de la mansión del hotel para que puedan pasarla bien durante dos días, y otro personal que es una almohada divina y gigante bordada con las iniciales y con puntillas antiguas", contó. "Caro es muy buena gente, muy buena amiga y muy generosa, por eso estoy acá, emocionado y acompañándola".