Marcela Feudale trabaja hace más de tres décadas en los medios de comunicación. Tras graduarse en el Cosal como locutora, comenzó a trabajar en la Rock & Pop, donde conoció a varios integrantes de VideoMatch. Luego, Claudio Villarruel le ofreció trabajar en Telefe y a partir de ese momento se convirtió en la locutora histórica de Marcelo Tinelli.

“Me llamó Claudio Villarruel para preguntarme si me interesaba. Me puso en un problema porque la plata no era mala, pero yo era más del palo de Rock & Pop”, recordó en una entrevista con Tomás Rebord en El método Rebord. “El ambiente del rock era muy machirulo. Cuando me estoy por ir de la radio me trataron de convencer y me ofrecieron un programa de madrugada. Eso lo rechacé. Villarruel insistió, me invitó al canal y me convenció. Me quedé con ShowMatch y al tiempo me salió la oportunidad con (Juan Alberto) Mateyko en Radio Rivadavia”.

Además, explicó cuáles fueron los cambios que vivió durante el gobierno de Carlos Menem, en plena convertibilidad: “Su presencia rotó muchísimo la forma de ser de los argentinos. Fue un antes y un después. Hubo un cambio cultural muy grande con la dolarización de la economía. Nosotros en esos años estábamos en la gloria. El uno a uno para una persona que trabaja en los medios significaba que una cámara salía 10 mil dólares, es decir, 10 mil pesos. Y eso no era nada porque las facturaciones eran muy altas”.

Marcela admitió que en ese momento los sueldos que había eran muy altos: “Yo llegué a ganar 26 mil dólares. Después me fui un verano a trabajar y gané 30 mil dólares en toda la temporada. Tenía un programa de radio, trabajaba con Mateyko en La movida de verano. Hacía un programa en Pinamar y la maratón del Pacto Ecológico. Pasa que eran pesos-dólares. Nadie los cambió, nadie se los quedó. Tiene que haber sido muy astuto el que lo hiciera”.

La conductora advirtió que esa situación económica “era una ficción” y dio detalles de un viaje de trabajo que realizó en 1998 con todo el equipo de Tinelli: “Nosotros, cuando fuimos a París para hacer el Mundial 98, viajamos en un avión con 400 personas asignadas a un programa de televisión. ¿Qué era eso? Era un avión lleno de gente que había ganado pasajes, era un descontrol. Un peso argentino eran 18 mil francos franceses. Nos trajimos medio París”.

Por último, Marcela hizo referencia a las graves consecuencias que hubo: “Se veía venir. Se hablaba de corrupción, de reelección, había un clima feo. Nunca pensé que era para siempre. Pero tampoco pensé que era tan dificultosa la prosperidad”.

En 2021 fue un año atípico para la locutora ya que no participó en ShowMatch por miedo a contagiar de coronavirus a su mamá de 84 años. Tras 31 años decidió no formar parte de La Academia y siguió trabajando desde su casa, al frente de tres programas radiales y comenzó un emprendimiento relacionado a la venta de tejidos artesanales.

“A mí siempre me gustó tejer. Empecé a tejer a dos agujas, con mi abuela y mi mamá. Cuando tenía 18 años me había peleado con un novio al que quería mucho y me hice un suéter. Es una terapia, te limpia la cabeza. Cuando empezás a tejer, el problema pasa a un segundo plano. Es muy placentero y te ayuda mucho”, aseguró a Teleshow la conductora de los ciclos Feudale Café (FM Cielo, 103.5), La vuelta de Marcela (RM, AM 680) y El sótano (Radio AMEP).

En junio pasado, en plena pandemia, La Enana compró lana, hizo unos suéteres para ella y decidió armar su propio emprendimiento: Tejidos Artesanales M&F. De esta manera, comercializa a través de Instagram sus propias creaciones: sacos, camperas, suéteres, pulóveres, bufandas, ruanas y otros productos. “Siempre tuve facilidad para el tejido, soy rápida. Son diseños que a mí me gustan. Yo hago lo que usaría. Lo que no me pondría no lo hago”, finalizó.

Fuente: Infobae