Es una de las voces consagradas de la Argentina. En 2016 cumplió 40 años con la música y lo festejó con dos conciertos compartidos con muchos artistas amigos como Marilina Ross, Marcela Morello, Alejandro Lerner, David Lebon, Negro Rada, Patricia Sosa, una lista enorme de gente. De ahí salió un disco y un DVD, el primero de su carrera.


Sandra Mihanovich dice sentirse plena profesional y personalmente. Y con ese auspicioso presente llega a San Juan a celebrar sus cuatro décadas profesionales.


Muy dispuesta, aún en medio de unos trámites para su padre Iván Mihanovich, la también hija de Mónica Cahen D'anvers atendió a DIARIO DE CUYO.


"En 40 años, grabé 20 discos. Es una enorme cantidad de canciones. Era difícil decir 'esta sí, esta no'. Traté de guiarme por lo que tenía más espacio para compartir, las que tenían más a flor de piel la emoción de la gente", comentó la cantante sobre cómo fue el proceso para editar este trabajo aniversario, que presentará en el Auditorio Juan Victoria el 22 de junio (ver aparte), acompañada por su hermano Vane Mihanovich, su sobrina Sol y quizás algún artista local.


-¿Cómo vive este festejo? Se la ve plena, ¿se siente así?


-Así es. Me siento plena, muy feliz. Me siento muy agradecida por el privilegio de dedicarme a la música, compartirlo con la gente y ganarme la vida haciendo música que es lo que me gusta. El tiempo, la continuidad, el afecto... digamos que es un momento muy pleno de mi vida y lo comparto enormemente. Además con una vida familiar muy intensa, dos de los que forman parte de mis 40 años con la música son sin duda mi hermano Vane, que es mi compañero de estos 40 años. Es la persona con la que mejor puedo interactuar en el escenario, hemos sumado a mi sobrina Sol, que es cantautora, tiene sus discos, tiene su propia carrera.

-¿Su carrera se dio como esperaba cuando comenzó?


-Creo que superó totalmente mis expectativas, mi carrera superó mi imaginación. Con el correr de los años me sucedieron cosas fantásticas. Yo nunca me imaginé cantando en el escenario de la Quinta Vergara en Chile, nunca me imaginé cantando en el Teatro Colón... Seguramente como soy taurina y soy un poco terrenal, mi imaginación es bastante corta, puede ser.


¿Siente que la industria musical la trató como esperaba?


Sí, cuando comencé a cantar, mi productor Ricardo Kleinman me llevó a grabar para Microfon Argentina, el dueño le dijo que las mujeres no vendían discos. Esa era la premisa de la época. Con los años las chicas fuimos demostrando que


cantábamos, que vendíamos discos, que hacíamos lo mismo que los varones. Creo que he recibido un montón de reconocimientos, he grabado 21 discos. En esta época la comercialización de la música ha sufrido una mutación importante, donde el objeto no se vende tanto.


-¿Se adaptó bien al cambio digital?


Creo que sí... aunque sigo siendo de las personas que va y se compra el disco, porque me gusta tenerlo. Pero más allá de eso, tengo una buena relación con las redes sociales, y en el ultimo año, descubrí las bondades de escuchar música en Spotify. No la bajo, porque cuando algo me gusta mucho me lo compro, pero tenerlo a la mano es interesante y aprovechable.



-¿Qué tiene en su lista de pendientes, hablando de la música?


-No demasiado. Mi pendiente permanente son las canciones a las que tengo acceso y quiero cantar todo. No le hago asco a nada. Realmente hay cosas lindas en todos los géneros. No me atraen la música electrónica y el reggaetón, pero todo lo que está en el medio de esas dos cosas, diría que lo disfruto y siento que el próximo proyecto tendrá algún tinte folclórico, sin duda. También me gustaría hacer una película musical.



-¿Y algo pendiente en la vida personal?


-Te diría que mi vida se ha ido completando también de un modo que excedía mi imaginación. Nunca se me ocurrió que iba a casarme, que iba a tener una familia como la que tengo; nunca pensé que iba a tener una especie de hija que lleva parte de mi cuerpo... Increíble y milagroso, y hermoso. Tengo a nivel familiar una plenitud enorme.



-Cuando donó su riñón a su ahijada, salió parte a la luz parte de su vida privada, que mantenía en reserva. ¿Cómo tomó esa exposición?


-Sentí que era como una especie de daño colateral, que era inevitable. Me dio una enorme alegría y fue una sorpresa, la extraordinaria forma en que la prensa me trató, hasta Crónica tituló: "Una historia de amor". Fue una lindísima manera de que se expusiera mi vida privada y de salir del perfil bajo; que lo mantengo, pero todo esto hizo que sobre todo el trasplante de órganos y la donación, de lo que me convertí en una abanderada.


-¿Cómo ve los resultados del movimiento Ni una menos, desde que comenzó?


-Yo creo que fue en aumento, las mujeres nos involucramos más, nos representa cada vez más y creo que la visibilidad que estamos adquiriendo las mujeres nos hace mucho bien para todo los colectivos, para el del Ni una menos, para el Aborto legal, para lograr el mismo espacio que los varones. Porque estamos evolucionando en una sociedad que crece, que muta, que era muy necesario. Me parece que es una movida muy buena. Hace 20 años no decía que era feminista, hoy no cabe otra que ser feminista, en este sentido.

-¿Sin fundamentalismos, o todo vale?


-Sin fundamentalismos, no lo soy para nada. Cuando se busca conquistar derechos y militancia para generar cambios, hacen falta todas estas partes y cada uno tiene que colocarse donde se siente representado, donde puede defender ese lugar. No soy una militante feminista, pero sin duda adhiero y voy a la marcha. Pero no soy la genera ira, debate... Yo pienso que el rol del varón es muy difícil y están apareciendo los varones maravillosos que hace rato entendieron que ser varón es ser compañero, formar equipo, compartir y que no pasa por mandar, pegar, levantar la voz, ni ganar más plata.
 


-¿Cree que se aprobará la Despenalización del aborto?


-Lo veo viable, lo veo posible y tengo la enorme ilusión de que así suceda, porque querrá decir que estamos creciendo, que a pesar de todos nuestros tropezones, la Argentina es un país mejor.


El dato


Sandra Mihanovich. #40 años de música. Viernes 22 de junio, a las 21.30 en el Auditorio Juan Victoria. Entrada general $300 en boletería de la sala.