Es autor, compositor, intérprete, guitarrista, cantante, arreglador, director y productor artístico. Pero sobre todas las cosas, un músico autodidacta que, cualquiera sea el escenario que pisa, pone a la música cuyana en el mismo lugar preferencial que tiene el tango y el resto del folklore argentino. Sin ser sanjuanino, pero con la firme convicción de respetar al género tradicional en su totalidad a la hora de interpretarlo. Néstor Basurto viene a pisar el escenario del Auditorio Juan Victoria para compartir su repertorio junto a los músicos de Jonatan Vera Trío, por primera vez como solista.



- ¿Se le hace difícil separar el tango del folklore, y en el folklore a la música cuyana?


- Me puedo llamar dichoso en ese sentido. He logrado en cierta forma que la gente conozca lo que hago. No separo ningún género, porque he tomado referencia, de aquellos viejos cantores nacionales como Oscar del Cerro, que eran tipos que hacían milongas de corte rioplatense, una zamba o un vals, siempre conociendo la raíz y por supuesto, todo desde el corazón. Me crié con eso, mi viejo cantaba tango en una orquesta típica y mi vieja cantaba folklore. Por eso, para mí, hacer cueca, tonada, una zamba, un vals o una milonga rioplatense, es lo mismo, algo muy natural, porque la música argentina está totalmente vinculada.



- ¿Qué es lo que siente en esta confluencia musical?


- Una de las cosas más lindas que tiene la música es la improvisación. Me divierte muchísimo, porque me gusta considerarme un guitarrista que canta y un cantor que toca la guitarra. Particularmente me divierte mucho ser el guitarrista que se pelea con el cantor constantemente, pero sin dejar de tener un respeto máximo por las obras que se están ejecutando. El hecho de subir al escenario es una permanente reivindicación a muchos de esos viejos que nos legaron una música maravillosa, como Atahualpa Yupanqui, Homero Manzi, Félix Dardo Palorma, el Alfredo Ábalos, Agustín Gómez de Los Andariegos. A todos ellos les debemos el hecho de poder hacer música, de poder cantar y tener cosas para decir.



- ¿Qué hilos unen la tonada con el tango?


- Gardel, antes de hacer tangos, hacía estilos y tonadas. Con eso lo sintetizo todo. El parentesco que tiene la música de Cuyo, la del Litoral y el tango está toda ligada entre sí. No divido géneros. Cuando me toca hacer un viaje cruzando el charco hacia afuera, hago música argentina. Hago música de mi país.

- ¿Tuvo encuentros cercanos con artistas sanjuaninos?


- Desde los 16 años que vengo cantando temas de Los Hermanos de la Torre. Jonatan Vera tiene un trío maravilloso, suena tremendo y salimos muchas veces cosechando amigos por varias partes, pero mi gran referente es Viviana Castro.



- ¿Cómo descubrió a Viviana?


- Cuando tenía 15 y murió mi viejo me hice amigo de un vecino del barrio, Ramón Osán, y fue él quien me metió en la música cuyana. Los sábados íbamos a la Asociación Cuyana de Buenos Aires, en Avenida San Martín, y allí conocí a Viviana Castro; tuve la posibilidad de encontrármela y estoy eternamente agradecido que me llevara de la mano a la tonada. Me quedaron muchos consejos en el recuerdo. Me decía: "Mire, m'hijito, eso no es así, siempre hay que tener cuidado con lo que se canta, con lo que se siente y con lo se piensa; asimilar lo que uno dice en el escenario, respetar el texto y las melodías a rajatabla". Es lo que más guardo de ella.



- ¿En qué la admiraba?


- Viviana ha sido una de las mejores cantoras de la República Argentina, con Juanita Vera, Nelly Omar y María Graña, que se encuentran en esa misma línea de cantoras nacionales. Por supuesto que no tengo la verdad de nada, pero hablo desde el gusto personal, del corazón y de alguien que llega al alma de manera directa. A mí me ha tocado profundamente Viviana, de hecho tengo grabaciones con ella que no se conocen, entonces en algún momento las voy a digitalizar y subir a una plataforma para que se difundan porque la gente se merece conocerla más y escucharla.



- ¿Le enseñó sobre el compromiso del artista hacia la obra?


- Absolutamente. No sirve de nada sacarse la música de encima, me parece un acto total de demagogia si se hace eso. Si uno no entiende lo que está cantando, no puede transmitir nada. Si uno no tiene la convicción de lo que está diciendo y tocando, está muy lejos de poder transmitirle a la gente el sentimiento de la obra.



- ¿Qué rescate hace de las canciones creadas por los nuevos compositores?


- Tengo la posibilidad de viajar en avión y en auto. En las giras me junto con pibes de nuevas generaciones que tienen muchas cosas para decir. Cantan de manera maravillosa, componen cosas bellas, tienen un compromiso vocacional con la música que no me deja de impactar. Todo aquel que sea honesto para con el público y con la música, que se planta en el escenario y no subestima al público; y que, además, no diga que todo lo que hay que hacer es ver las palmas y pum para arriba, me parece genial. También hay lugar para la nostalgia, para el pensamiento, aquel interprete que busque los lugares comunes que transitamos y que por sobre todas las cosas, que lo haga con amor y honestidad, estará muy bien hecho. La historia la hace la gente con compromiso. Después están las modas, lógicamente pasan. Pueden pasar generaciones, pero nadie se olvidará de Yupanqui, de Piazzolla, de Leguizamón, de Buenaventura Luna. Porque ellos fueron consecuentes con lo que hacían, eran comprometidos de alma y de corazón. Eso es fundamental a la hora de agarrar una guitarra o interpretar una canción.



DATO


Néstor Basurto actuará en el Auditorio Juan Victoria mañana sábado 14 de abril a las 21.30 junto a Jonatan Vera Trío. Entrada general $150.

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018