Comenzó su carrera como modelo hace 10 años, según saca cuentas ella misma. Instalada en Buenos Aires condujo algunos programas, pero logró mayor visibilidad como la desenfadada panelista de Duro de Domar (Canal 9). Sin embargo a Emilia Claudeville la actuación le tira más, y el programa que el último tiempo volvió a conducir Roberto Pettinato le permitió comenzar a explorar ese género a través de las participaciones en las ficciones La última hora, Las 13 esposas de Wilson Fernández y Loco x vos. 

Hace dos años le propusieron protagonizar Agosto final, el filme de Eduardo Sánchez sobre la singular vida de la aviadora suiza Myriam Stefford quien murió en Marayes, tras caer el biplaza que piloteaba. Desde Berlín, Emilia conversó con DIARIO DE CUYO sobre su debut cinematográfico, donde comparte pantalla con el reconocido actor Daniel Araoz. La película estrena hoy en San Juan a las 20 en el Cine Teatro Municipal. Repite el lunes y martes a las 22.

¿Cómo fue que te ofrecieron el papel?

-Yo estaba en plena actividad como panelista en Duro de Domar, cuando recibí el llamado de Eduardo Sánchez, el director. Antes de decirme para qué me llamaba, me dijo que necesitaba un encuentro cara a cara y así poder mostrarme todo lo que ya tenía. Y así fue, con café de por medio y una pila enorme de documentos, papeles y fotografías sobre la mesa, conocí esta fascinante historia de amor, desconocida por mí hasta el momento.

Eduardo me contó la historia, la suya y la supuesta. Su relato fue con tanta pasión y tanto compromiso, que entendí que era un tema muy fuerte para él, que lo atravesaba a niveles muy íntimos. Eso me conmovió e inmediatamente me sentí parte de eso.

Ahí conocí a Myriam Stefford. Ambos personajes me resultaron brutalmente honestos y auténticos. Peligrosos. Polémicos. Y locos enamorados. 

¿Qué te sedujo de la propuesta?

-El personaje de Myriam me enganchó rapidísimo. Me sedujeron tanto su espíritu revolucionario como su insatisfacción por todo lo ya establecido. En aquel momento ser mujer era sinónimo de trofeo de tu marido, de puro protocolo, vestidos y bridge. Y ella quiso más, quiso mucho más. Toda una feminista, antes de que existiera ese término. Mujer y revolucionaria, personaje que incomodaba.

Yo nunca había hecho cine, yo fui muy honesta con Eduardo y le pregunté: ¿Por qué yo?! y él me respondió: "Cuando te veo a las noches en la pantalla (Duro de Domar) veo a Myriam. Una imagen, un rostro, una femineidad que parecieran decir una cosa y por otro lado, tus modos de hablar y argumentos que parecen decir otra. En resumen, para mí sos como Myriam, una joven mujer muy valiente y sin nada de ganas de quedarse callada'. Fue contundente, ¿cómo decirle que no?!

¿Cómo fue el trabajo con Araoz?

-Con Daniel el trabajo no fue trabajo. Para mí fue un gran placer. Y claro que vino con dolores de panza por la cantidad de risas. Juntarnos a conversar largas horas sobre éstos personajes e imaginarnos como encararlos. Para mí fue exquisito.
Inmediatamente con Daniel fuimos una pareja. Conectamos desde lo ideológico y lo intelectual, ya nos conocíamos antes por programas o entrevistas compartidas. 

A la hora de filmar pudimos probar cosas con mucha libertad. Si bien Eduardo fue muy claro con lo que quería de nosotros, porque la película es un documental y tiene ese enfoque, nos permitió entrar en ese imaginario, un poco confuso, que propone esta película.

 ¿Tenés otros futuros proyectos en cine?

-Hoy me encuentro rechazando, con mucho agradecimiento claro, todas las propuestas de trabajo que vienen de la TV. El coletazo de Duro de domar fue fuerte y vinieron varias posibilidades de continuar como periodista o conductora. Pero necesito darle lugar a mi actriz. A mi artista. 

Estoy estudiando teatro con quienes respeto y admiro, dándome tiempo de andar por los lugares que hoy me interesan más. Animándome, con responsabilidad, a darle lugar a todo eso que también hay en mí. Y si eso viene con propuestas de cine, ¡bienvenidas sean! 

Estoy en un momento para mí, exquisito, donde puedo esperar, sin ansiedades, todas las cosas que tengan que venir a seguir enseñándome. Y espero seguir sorprendiéndome, como cada cosa que ha ido pasando durante estos ya 10 años de carrera.