En lo que se lamentó desde el Gobierno como "un bochorno de la provincia ante todo el país" y tras la escandalosa suspensión de la primera repetición de la Fiesta Nacional de la Vendimia en la noche del domingo, cuando un grupo de bailarines amotinó a todos los artistas para suspender el espectáculo porque no se les entregaban entradas para sus familiares -1.200 localidades de $12, totalmente agotadas-; el gobernador Celso Jaque suspendió la segunda noche de la celebración que vivió su gala máxima el sábado, con la coronación de la reina. Además, desde el Ejecutivo informaron que se devolverá el dinero de las localidades a los mendocinos y unos 3.000 turistas que sufrieron el abuso, a partir de la semana que viene a través de agencias y de la Dirección de Turismo.

No obstante ,y en medio de la conmoción que reflejaron medios nacionales (ver aparte), el Gobierno local determinó mantener los espectáculos musicales programados -Banda XXI, La Konga y La Barra-, aparte del acto central. Por otro lado, entregó copia de los contratos en los que no hay ninguna mención a la exigencia que motivó el bochorno del domingo.

Aunque los bailarines argumentaron que "otros años se había previsto y este año se ignoró el compromiso"; desde la Secretaría Legal y Técnica del Gobierno, anunciaron que apelarán a la Justicia por incumplimiento, a los 600 artistas y bailarines (que iban a cobrar alrededor de $4.500 cada uno).

En conferencia de prensa; el ministro de Gobierno, Mario Adaro, dijo que "por la irracionalidad de un grupo minúsculo de artistas con un intencionalidad sospechosa y por la falta de garantía que la Fiesta se pueda realizar (por anoche), decidimos suspender la segunda jornada".

Por otra parte, el funcionario aclaró que de la resolución queda excluido el equipo de dirección y técnica "que nada tuvo que ver en los hechos e hizo una tarea impecable".

"Con esta decisión, los únicos perjudicados somos los que trabajamos durante más de 4 meses para poner en escena 3 noches de una fiesta histórica", sostuvo contrariado el secretario de Cultura, Ricardo Scollo.

Asimismo, Walter Neira dijo "esto se tiene que terminar, siempre son los mismos 40 de siempre los que generan estas situaciones. Fue una inconsciencia enorme. Si hay un grupo que no quiere laburar, que no lo haga más. La gran mayoría quiere hacerlo. Yo fui incluso agredido por parte del público que pensó que la responsabilidad era mía", se justificó el director de la puesta.

En el cruce entre funcionarios, artistas y hasta espectadores, el domingo; hubo empujones, una tormenta de almohadones, frutas y algunas botellas plásticas sobre el escenario, momentos en los que incluso arreció la lluvia.

Ayer estaba en juego la cabeza de Scollo, al mismo tiempo que se hacían especulaciones sobre una supuesta confabulación opositora para enrostrarle un papelón nacional a la "gestión Jaque", que había tenido buen rédito con la Fiesta del sábado y la venida presidencial.

Otras voces

Gabriela I -la flamante soberana de la Vendimia 2011- que "la suspensión de la Fiesta fue incomprensible, le pido disculpas, esto opacó todo el esfuerzo de meses de trabajo".

El músico mendocino Natalio Faingold, que debía actuar junto a la cantante Adriana "La Gata" Varela y sufrió los embates de un más de 20 mil personas furiosas por la situación, aseguró que "estos tipos -por los bailarines y actores- están todos locos y son unos irresponsables, porque crearon una situación de extremo peligro para quienes asistieron con el único objetivo de disfrutar de una jornada de vendimia".

Por su parte, la delegada de los artistas de Vendimia, Julieta Gentile, dijo que "esta situación es histórica -refiriéndose a la no entrega de las 2 entradas a sus familiares-" y exigió la renuncia de Scollo.