Reconocido en el mundo, destacado por sus composiciones y ganador de un Grammy por su disco Bajo Cero, el pianista Pablo Ziegler subirá a escena del Auditorio Juan Victoria hoy junto a su cuarteto para mostrar su obra y también interpretar algo de los más emblemático del maestro Astor Piazzolla. Su maestro. Porque Ziegler acompañó en el piano a Piazzolla durante 11 años hasta que el autor de Libertando disolviera el Quinteto en 1989 por su afección cardíaca, que luego derivó en un derrame cerebral. 

Hace tiempo radicado en Nueva York, el músico se presentará aquí junto a sus músicos argentinos (Walther Castro, Mono Hurtado y Armando De La Vega). Ziegler tenía 34 años cuando comenzó a tocar con Piazzolla, de quien este año se cumplen 25 años de su muerte y por eso el concierto tiene carácter de homenaje.

"Él era un tipo muy duro con aquellos que no le gustaban y muy amigable, cariñoso, con la gente que él apreciaba. Si toqué con el 11 años… estaba en el grupo de los que le gustaban", recordó Ziegler en una charla con DIARIO DE CUYO. "Yo era el más joven cuando entré. Yo puedo decir que Piazzolla fue mi padre musical, en lo referente a la manera en que yo empecé o más bien seguí componiendo ya con la música de Buenos Aires en l cabeza. Fue un consejo que me dio, meté en tu música la música de tu ciudad. Que es lo que hizo él también", contó. 

"Cuando lo conocí y me habían propuesto ser su pianista, le dije ‘mirá que yo no toco tango’ y él me dijo ‘por eso te estoy llamando’, porque él quería alguien que supiera improvisar en piano. Yo venía de la música clásica y me seguía preparando para competir en el mundo, se me cruzó el jazz y empece a aprender a tocar jazz. Años después los junté en Clásicos en Jazz y ahí me debe haber escuchado", dice el pianista de 73 años que recuerda que para los músicos de jazz, "el tango era mala palabra". Pero ese "tango antiguo" y agrega: "Cuando escuché lo de Astor dije ‘este tipo sí, es fantástico’. No me imaginé que años después yo iba a ser uno de sus últimos pianistas ¡y tanto tiempo!, fui el que más duró", aseguró.

En esos 11 años junto a Piazzolla, Ziegler destaca que estuvieron "tocando lo que él consideraba que tenía que mostrar al público, todas esas composiciones increíbles que hizo a través de los años", destaca, y consultado por aquella que él particularmente atesora, recordó una anécdota: "La que más tocamos fue Adiós Nonino. Para ese hermoso tema él compuso una cadencia de piano. En realidad fueron dos, una que había compuesto Dante Amicarelli y después cuando yo entré en el Quinteto en 1978, aparentemente alguien se había quedado con la partitura, entonces compuso otra para mí, ¡la cadencia Ziegler! Es una cadencia que se toca antes del tema. Yo después encontré la fotocopia de la partitura de la primera y un día estabamos por tocar y empecé con las dos cadencias, él me miraba… y me preguntó de dónde la había sacado. La segunda cadencia era como una continuación perfecta de la primera, era increíble. Eran una obra en sí misma". En 1989 se disuelve el quinteto por la salud de Piazzolla. "Se operaba inmediatamente del corazón, un quíntuple bypass, el médico le dijo que después de eso no iba a poder seguir tocando bandoneón. Pero a raíz de esa operación sufre ese derrame cerebral. Así que nos dejó solitos". No hubo tiempo de despedidas. "Yo lo fui a ver al sanatorio, estaba con respiración mecánica, fue muy triste verlo ahí y pensé ‘por qué no lo dejan ir, pobre’".

Solo en el mundo musical, Ziegler armó su primer grupo solista, continuó con sus composiciones y como arreglador. "Yo venía escribiendo música, le contaba a Piazzolla y el me decía esto de que escribiera la música de Buenos Aires", recordó el pianista, que logró volver a recorrer algunos de los caminos que había transitado con el Maestro en el exterior y comenzó a grabar sus composiciones y nuevos arreglos para algunas de las obras de Piazzolla. 

El dato
Pablo Ziegler Quartet. Hoy jueves 24, a las 21.30 en el Auditorio Juan Victoria. Entrada general $100.

"De alguna manera soy el único sobreviviente activo de ese quinteto. La cosa fue separar lo que yo hago de lo de él. Fui trabajando en eso y creo que mis composiciones tienen algún parentesco con algunas y otras que se fueron para otro lado", analizó y reconoce que aunque el tango está extendido en el mundo como género, es más apreciado un argentino haciendo tango. "Tengo un grupo en Argentina que es el original y tengo algunos músicos en Nueva York. También formé un grupo en Japón, donde tienen una tradición increíble con el tango", contó.

Afincado en Nueva York hace muchos años, Ziegler se cruzó de tanto en tanto con el bandoneonista sanjuanino Juan Pablo Jofré Romarión, también radicado en esa ciudad, y de quien tiene muy buen concepto. "Yo tenía un grupo de enseñanza para músicos argentinos, una forma de ampliar el horizonte y cada vez que tocábamos en algún lugar venía JP y se colaba, él se prendía y comenzó a aprender. Es talentoso. Tenemos una relación muy buena", expresó el pianista que a fines de los 90 fue distinguido por la fábrica de pianos Steinway -e incluso ahora edita algunos de sus discos con el sello discográfico de la firma alemana-. "Me dijeron que es un piano fantástico", dice sobre el flamante instrumento de la sala del Auditorio. "Para todo el que hace música de cierto nivel es el instrumento predilecto, porque es un pianazo. Es uno de los mejores pianos del mundo", definió el músico que esta noche tendrá su primer encuentro con los sanjuaninos.