La euforia por los Backyardigans se notó desde el momento de la previa al show. Con remeras, muñecos, mochilas, gorritas y cientos de accesorios que mostraban a los cinco animalitos que protagonizan la serie infantil de Discovery Kids, los pequeños llegaron hasta el Teatro Sarmiento para ver a sus ídolos en vivo y en directo a través de "Escape de La Aldea Mágica".

Sentados en las butacas como grandes espectadores o parados sobre las faldas de sus mamás, los bajitos esperaban que Pablo, Tyrone, Uniqua, Tasha y Austin aparecieran por algún rincón de la sala. De repente, las luces se apagaron y los colores empezaron a invadir el escenario para recibir a los cinco amiguitos.

Algunos se quedaron inmóviles, casi sin entender lo que estaba pasando ante sus ojos. Otros empezaron a saltar de la emoción y a gritar los nombres de sus muñecos preferidos. "Está shockeado", le decía una madre a otra mientras su pequeño de 2 años miraba fijo hacia adelante.

Sin ir más lejos de la dinámica que muestra la pantalla chica -donde los animalitos se encuentran en un jardín y comienzan a vivir sus aventuras- los personajes cantaron y compartieron con los sanjuaninos una de las historias que compone la serie de la tv. Claro, esta vez fue diferente ya que los bajitos fueron parte de este "cuento".

Atentos y motivados, los pequeños ayudaron a Tyrone a cumplir una misión: repartir diarios en un nuevo vecindario, con el objetivo de ganarse la bicicleta oficial de los canillitas. "Hay una bruja atrás tuyo", le gritó desesperada una nena desde una de las butacas.

Así, con saltos, nervios, ansiedad y danza incluida, todos se metieron en la aldea e interactuaron con sus ídolos de la serie creada por Janice Burgess que comenzó a transmitirse en los Estados Unidos el 22 de noviembre de 2004.

Otro de los momentos que hizo escuchar en la sala los gritos al unísono, fue el "juego de la atención", segmento que tuvo lugar durante el intervalo del espectáculo. A través de la pantalla, los niños tuvieron que responder -entre opciones- preguntas que aludían a los momentos de la historia que había transcurrido hasta antes de la segunda parte.

Mientras sorteaba obstáculos, el alce le pidió consejos a los espectadores. Entre tanto, las canciones y el clásico baile del quinteto fueron otro de los ingredientes que pusieron color, alegría y magia de este show.

Pero no sólo los chicos fueron los más entusiasmados por ver a sus personajes favoritos. Los grandes, en muchos momentos, mostraron su debilidad por los Backyardigans cuando tararearon las canciones y bailaron como un niño más.

Sin esperar el final, los chiquitos invadieron los pasillos del teatro y muchos de ellos intentaron tocar a los muñecos. Otros aprovecharon para grabar ese momento a través de las cámaras digitales.

Es que esta aldea mágica transportó a los concurrentes al fantástico mundo de la tele. Y eso fue posible gracias la impecable puesta del show donde hubo una super pantalla y una serie de utilería que recrearon los lugares que recorrieron los personajes de Discovery Kids pero en las tablas sanjuaninas.