Joan Mauel Serrat anunció a principios de este mes que se retira de los escenarios y que lo hará tras una gira en la que visitará Estados Unidos, América Latina y España. La decisión del artista de 77 años sorprendió a gran parte del mundo y generó un sinfín de entrevistas y notas vinculadas a su carrera. Incluso, muchas ellas relacionadas a su eterno lazo con Argentina. En ese contexto, vuelve a resonar la misteriosa relación entre el cantautor y la modelo Marie Anne Erize Tisseau, desaparecida en San Juan durante la última dictadura militar.

En 1978, el Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero, con residencia en México, publicó un disco flexible para que fuera difundido en la Argentina.

En el lado A, tenía diez minutos de un análisis de la organización, a la que le seguían instrucciones para realizar acciones de propaganda durante el Mundial de Fútbol que ganaría la Selección; y se escucha la voz de Juan Gelman. Se incluyen además direcciones y teléfonos de la organización revolucionaria en el extranjero e, incluso, el organigrama de la cúpula del movimiento guerrillero, con todos sus responsables.

Es en su lado B es en el que se escucha un tema inédito de Joan Manuel Serrat: “La Montonera”. “Cayéndose y volviéndose a levantar, la montonera / qué buen vasallo sería / si buen señor tuviera ”. Un tema que el propio autor prohibió.

¿Pero quién era la supuesta montonera? Serrat nunca develó el misterio. Sin embargo, el periodista francés Phillipe Broussard, escribió un artículo convencido de que la misteriosa musa del artista no era otra que Marie Anne Erize Tisseau, la modelo y militante desaparecida en 1976, en San Juan. 

Nacida en la Argentina y de padres franceses, Marie Anne viajó en 1969 a Europa. Conoció a Serrat y a Georges Moustaki, y tuvo un amorío con Paco de Lucía. La hermosa joven fue modelo –Miss Siete Días y tapa de Gente– y estudió antropológía. No le tenía miedo a nada y cuando se quedó sin plata en su excursión europea, fue contrabandista de arte, exportando varios cuadros valiosos. Quizás por eso Serrat no podría olvidarla.

Se crió en Misiones y en Buenos Aires conoció al Padre Carlos Mugica: al poco tiempo se convirtió en militante de base en las villas. Su madre, Françoise, tenía miedo. “No he hecho nada, no soy una terrorista. No me pasará nada. No formo parte del club. Sólo quiero ser pobre entre los pobres”, le dijo cinco meses antes de que tres militares la abordaran en una bicicletería de San Juan, donde vivían.

La torturaron y asesinaron en el centro clandestino La Marquesita, en Rivadavia. Jorge Olivera, uno de los tres condenados a cadena perpetua por su asesinato (quien alardeó haberla violado) está actualmente bajo prisión domiciliaria.

“La Montonera” volvió a aparecer en el documental Cazadores de la utopía (1995), de David Blaustein. A partir de un cassette de Serrat en directo, Litto Nebbia agregó un arreglo. Según Nebbia –citado por El País– con la banda sonora fabricada, Serrat prohibió la edición de su canción y la tirada fue destruida.

“Han sido dos años largos duros con grandes pérdidas y con mucho tiempo de reflexión, he pensado que todo es muy frágil y que está bien: antes que me reitre una pandemia como me tenía retirado, antes que me retire el tiempo o que me retire la gente, me retiro yo; pero me retiro de subirme a los escenarios, no de vivir”, aseguró ahora Serrat tras anunciar que se baja de los escenarios.

“Retirarme a los 79 años es una buena edad, es una buena elección”, agregó acerca de su decisión. Y confirmó que hará su escala en Argentina con dos shows que tendrán lugar en el Movistar Arena del barrio porteño de Villa Crespo los próximos 19 y 20 de noviembre de 2022.

Su paso por Argentina en esa sucesión de conciertos era esperable para un artista que a lo largo de sus más de cincuenta años de carrera forjó un lazo cercano con el país, que según él mismo reconoció tuvo un lugar relevante en su vida artística y personal desde 1969, fecha en la que habría surgido su enigmático tema.

“Me alojé en el hotel Alvear que estaba en ruinas y donde jugaba al fútbol en los pasillos. Fueron años de la huelga Sitrac-Siam, del Cordobazo, de una revolución en la universidad y en las fábricas donde la gente se sentía sino dueña, partícipe del futuro y aquello a un joven que venía de un país oscuro donde la dictadura lo tapaba todo y estaba todo prohibido, le generó un deslumbramiento”, reveló.

Historia de una desaparición

Nacida el 28 de marzo de 1952 en Misiones, Mari Anne Erize Tisseau era una mujer hermosa, de ojos claros, fina, distinguida, modelo en una publicidad de cigarrillos y tapa de la revista “Gente”. Además era estudiante de Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Estudiando periodismo en la Universidad de Lomas de Zamora, Marianne dejó toda esa vida para comenzar a militar en la Juventud Peronista (JP) y luego en Montoneros.

Marie Anne tenía 24 años cuando llegó a San Juan, trabajaba en los olivares recolectando aceitunas y daba clases de francés y matemáticas en un barrio obrero.

Fue secuestrada en la gomería Domingo Palacios de Capital, donde se había detenido para arreglar una cubierta de su bicicleta. Fueron tres hombres la que se la llevaron de la General Acha y Abraham Tapia, a sólo pocas cuadras de la Plaza 25 de Mayo. Más allá de los gritos pidiendo auxilio, la joven no opuso resistencia, sabía que era inútil, pero lo que desconocía era el calvario que le esperaba, las torturas, las violaciones, la muerte.

Todo ocurrió en “La Marquesita”, donde era sometida sexualmente por el mayor Jorge Olivera y el coronel Eduardo Cardozo. 

El cuerpo de Marianne nunca fue encontrado, nunca se emitió un certificado de defunción. Su familia, sigue reclamando el paradero de sus restos.

Fuente: Redacción / El País / Télam / Clarín