Con casi una docena de años transitando escenarios, seis discos -el último, El tiempo y la serenata, todavía tiene olorcito a nuevo- y un Gardel al mejor álbum para Sonido Subtropical (2018), el primero totalmente de puño y letra. Con sus propios temas y con sus versiones de otros, sus fusiones estilísticas y sus coloridas colaboraciones artísticas. Y, esencialmente, con su cumbia, sentida y contagiosa -bandera que agita con respeto e identidad propia, que convoca a públicos variopintos y que la convirtió en una de las bandas más festejadas de los últimos tiempos- La Delio Valdez (LDV) trae de nuevo su cumbión a San Juan. ¿El nombre? Una fantasía. Delio Valdez les sonaba a nombre colombiano y les gustó. El "La" alude -aunque no está escrito- a "la orquesta". ¿Ellos? Un grupo de músicos -y dos cantantes- que armaron una cooperativa donde predomina la horizontalidad como filosofía de trabajo. Uno de ellos es Pablo "Oso" Broide, saxo tenor que adelantó que llegarán con un mix del nuevo disco y de anteriores. "Estamos sacando de a poquito el disco a la cancha, como para que la gente lo vaya conociendo; y la idea es hacer una gira de presentación completa el año que viene", dijo en charla con DIARIO DE CUYO.

– Despedir el 2021 haciendo lo que les gusta ya es música…

– Sí, estamos cerrando este año raro muy felices de volver a girar, que nos encanta, nos moríamos de ganas de viajar y llevar nuestra música…

– Ustedes son muy de escenario…

– Sí, fue el gran desafío en la pandemia, porque justamente nuestro fuerte siempre fue el vivo y nuestra forma de crecer fue siempre ese trabajo de hormiga de ir a todos lados a tocar. En pandemia eso no se podía hacer, pero al mismo tiempo teníamos que seguir estando cerca de la gente… Bueno, la pudimos llevar y pudimos grabar el disco nuevo, que fue un desafío artístico enorme, un trabajo creativo muy lindo, siento que crecimos un montón. Así que volvemos con todas las ganas, hay una energía muy linda…

– Fue un año duro y ustedes son sinónimo de esa alegría que la gente necesita…

– Yo siempre digo que somos obreros de la alegría y nos vamos dando cuenta a partir de las devoluciones de la gente y de cómo funciona esta música para nosotros. En este caso es la cumbia, que sintetiza mucho, pero hay muchas músicas populares en que nacen para generar esa alegría en Latinoamérica, donde hay raíces afro y europeas de gente que no la pasó muy bien, música de gente humilde que necesitaba ese momento para poder enfrentar una vida que no era lo más simpática, los mismos americanos incluso….

– No deja de ser curioso que antes hubiera tanto prejuicio con esa música que ahora atraviesa generaciones y clases sociales…

– Y es hermoso, porque hay gente que trabaja hace muchos años por la cumbia en Argentina, generaciones que fueron dejando su creatividad, su vida y su energía por este género que sigue creciendo en el país, donde ya es un folclore más, porque se escucha desde Ushuaia a La Quiaca. 

– En el país hubo épocas de cumbia villera, de cumbia cheta, cumbia tropical…. ¿Dónde se ubican ustedes?

– Podría ser una cumbia de orquesta, por una cuestión de formato. En un principio sí teníamos un repertorio muy relacionado a lo colombiano y algo de cumbia peruana, que a su vez se fueron retroalimentando, pero nosotros hacemos cumbia argentina de orquesta, podríamos decir. No nos armamos para insertarnos en un movimiento que ya existía, en un estilo de tocar, aunque sí hay una conexión con Latinoamérica y también influencias del jazz, del rock, del reggae, del ska, de las orquestas de salsa… 

"Todos los años tenemos la hermosa sensación de que estamos en el mejor momento de la orquesta" Pablo Broide.

– ¿Una cumbia LDV?

– Totalmente y cada vez nos dejamos atravesar más por lo que surge. La Delio se alimenta de un montón de cosas, del tango, del folclore, de música de otros países…

– Sin modificar su ADN…

– No, porque la impronta es sedimentaria. Tanto la música como el show se va sedimentando en capas sobre una base. Yo escucho el primer disco de La Delio, que me encanta, y es La Delio; sin embargo es mucho más rústica de lo que es ahora, en cómo suena, en los arreglos, en muchas cosas; pero el eje sigue siendo el mismo que hace diez años…

– Lo que sí cambió fue la popularidad ¿Hubo una bisagra en la historia de la banda?

– Creo que no hubo un quiebre, no es que era una banda que de repente creció, fue todo muy de a poco, primero venían 10, después 20, después 40… En los dos últimos años fue algo más grande y este año nos sorprende. En realidad, todos los años tenemos la hermosa sensación de que estamos en el mejor momento de la orquesta. Los discos sí fueron marcando etapas: el primero fue la sistematización de la banda, con La rueda del cumbión dijimos "lo vamos a hacer sonar", más transicional fue Calentando la máquina, con una sonoridad bien asentada; después vino Sonido Subropical que fue el primero con temas nuestros que significó un cambio, fue un redesafío, porque estábamos acostumbrados a tocar música que ya funcionaba, como La pollera colorada… 

– Arriesgado, porque pudo no funcionar…

– Total, una cosa es una canción que ya está probada y otra una que vos componés sin saber qué va a pasar. Y funcionó bien y al día de hoy la orquesta está haciendo versiones y temas originales, dos vías que nos encanta hacer.

– ¿Será que el éxito es la propia orquesta, que puede explorar porque la gente ya compró a LDV?

– En un punto sí, pero tampoco es que vamos a hacer cualquier cosa porque somos súper exigentes. Sirve lo que fluye dentro del grupo, cuando hay que armar algo artificial, en general no funciona. Nosotros tenemos que ir creciendo a la par que crece el proyecto, como grupo y como individuos.

 – Ahora están en un gran momento ¿Y después?

 – Todavía hay muchos lugares para seguir recorriendo el país, regiones donde no hemos estado, como la zona noreste… Y después vamos a conquistar el mundo! (risas) El año que viene vamos a México y creo que nuestra propuesta está para salir a representar a la Argentina en donde sea; y no lo digo de confiado. Acá no hay nada inventado ni mágico, La Delio son doce años de mucha dedicación y trabajo.

 EL DATO 
LDV. Hoy, 21 hs, La Meseta (Abraham Tapia y Calle 5). Mayores de 18 años. Entradas $1500 en1 Cultura Under (Galería Factory) y por tuentrada.com