Desde 1802, la casa de la familia Sarmiento-Albarracín siempre estuvo concebida, desde el punto de vista arquitectónico, como una vivienda de patios abiertos, típica en la época precolonial de la provincia. Pero desde el lugar de la vida cotidiana, el segundo patio fue el verdadero centro de todas las actividades medulares de la vivienda. Puesto que en esa zona, estaba el fogón, la cocina y todas aquellas tareas domésticas que los habitantes e integrantes de la familia debían realizar día a día para vivir. Desde la elaboración de los alimentos, la cocción y la producción de otros materiales y elementos necesarios para sostener el hogar de muchos miembros. Aunque en décadas posteriores la casa natal tuvo diversas modificaciones y ampliaciones -además de sufrir varios terremotos- ese patio siempre estuvo allí, casi intacto, hasta la actualidad. Es un espacio lleno de simbolismo y valor histórico, pero que nunca estuvo expuesto directamente al público visitante, por lo cual, la dirección del Museo Nacional iniciará un proyecto de mejora para darle una funcionalidad más adecuada al presente y de esta manera incorporarlo como lugar de interés a las visitas guiadas habituales de la institución. Bajo el título de "El Patio de Doña Paula: espacio de interpretación de las industrias domésticas", será un conjunto de obras para restaurar y acondicionar dicho espacio, que consta de unos 80 metros cuadrados y comprende el patio secundario, en el que incluye la pequeña huerta, una galería abierta que conecta la cocina, los baños y dos salas antiguas que en este momento funcionan como un reservorio de objetos patrimoniales. 

El arquitecto Eduardo Portillo es el responsable de museografía y del equipo de conservación y mantenimiento de la casa natal. Encargado tales funciones, explicó a DIARIO DE CUYO el propósito de esta iniciativa: "Queremos poner en valor este espacio histórico porque aquí se realizaban las tareas productivas que sucedían en aquella época y que la mayoría de las familias sanjuaninas hacían. Era el patio de trabajos y servicios que requería la casa y la vida familiar. Se teñían las lanas para los telares, se elaboraban velas, se preparaba el almuerzo y la cena y se elaboraban y almacenaban los alimentos. Desde el trabajo en la huerta, la cocina y las tareas de limpieza. Queremos que haya un área de exhibición a través de estaciones, para exponer los productos textiles, la comida y las velas elaboradas de los artesanos y artesanas locales. La idea es brindar un servicio más para que se conozca cómo eran estas tareas cotidianas de las familias de la época", dijo el especialista.


Las obras de adaptación museográfica iniciarán desde el 11 al 16 de abril, por lo cual la institución permanecerá cerrada al público durante ese período. En paralelo, el personal aprovecharán esos días para hacer tareas de mantenimiento interno. Mientras que el nuevo contenido de las visitas, estará disponible a partir de junio. 

A partir de junio estará habilitado el nuevo sector con estaciones informativas para exposición de objetos y productos textiles artesanales. Habrá cartelería con accesibilidad para lectura Braille y recursos sonoros. Se renovará el piso y a la huerta de Doña Paula se le incorporarán nuevas hortalizas cultivables como tomate y lechuga provistas por INTA y plantas aromáticas. Todo se conectará con la cocina, los baños y otras salas históricas.