En una entrevista para el Diario La República de Perú, el cronista que le hizo una entrevista hace algunos años atrás lo bautizó con el mote de "Trotamundos", en base a una acuarela que había realizado en el papel, donde se ven reflejadas las experiencias de viaje, la manera de recorrer e incluso la esencia de cada paisaje visitado, sea urbano o rural, siempre a través de la acuarela. Este apelativo a la mirada subjetiva de Nicolás López le quedó para siempre y con mucha razón. "Me gustó la idea porque es cierto, aunque al principio me parecía un poco grande el apelativo, pero viajo mucho con mi trabajo. La acuarela es el medio fundamental para mi trabajo y el paisaje, un pretexto para expresarme". Así se expresó en charla con DIARIO DE CUYO el artista peruano que está de paso por San Juan, invitado por su colega Isabel Fernández, para dar un taller de acuarela a principiantes y expertos en artes plásticas, que durará hasta el domingo. 

Nicolás es miembro honorífico de la Sociedad Nacional de la Acuarela (National Watercolor Society) de Estados Unidos desde 2019 y sus obras están presentes en galerías de Europa, Asia y Sudamérica. Transitó por la música y las artes escénicas también, pero como dijo al principio, el paisaje en acuarela es su principal motor para una misión superior que se impuso desde joven: que cualquier persona pueda iniciarse en el camino del arte y vivir de él. Heredó un ancestral legado de su familia integrada también por artistas visuales, pero no lo guarda para sí, sino que en sus viajes comparte sus experiencias y saberes con pares, realizando encuentros, jornadas de formación y clases. En medio de su breve estadía por San Juan, el pintor dedicó unas horas para explicar por este medio su posición sobre el paisajismo y la valorización de la acuarela como técnica. 

"Hace mucho dejó de ser la hermana menor, como el grabado, de la gran pintura, del óleo en el lienzo. Es más, hay muchos colegas que se animan y la acuarela es aceptada en grandes exposiciones", comentó. Oriundo de Ayacucho, su tierra natal, se ha diferenciado de otros artistas por su estilo y temática, creando un mundo de imágenes que en su mayoría son monocromáticas o en blanco y negro; y dejando expuesto todo aquello que lo cautiva y asombra de la realidad. Su particular forma de ver el mundo, con materiales simples pero muy comunicativos. 

"La acuarela está presente desde que me inicié siendo chico y en todo el camino que me tocó recorrer. Creo que el arte es un lenguaje universal y da una sensibilidad que puede estar presente en todos lados. El paisaje y la acuarela puede ser entendidos por cualquier persona y en cualquier lugar. Por eso toda mi vida cabe en mi mochila de cuero", señaló López.

Consciente de la necesidad de un paso innovador para que la acuarela no sea una técnica subestimada, López emprendió la búsqueda a un costado más subjetivo de la imagen: "Quiero llegar a un sentido más complejo, al sentido de las imágenes, a una mayor profundidad. Pintar en blanco y negro me tranquiliza y me despego de la foto realista, no tengo la exigencia de representar la realidad tal cual y entendí que el agua es un elemento fundamental. Eso hace que la acuarela deje de ser una cenicienta delicada, para que pase a tener fuerza, garra, energía y potencia. Dejo que el agua fluya y que la imagen sola hable. Eso ayuda a romper los miedos de la vida moderna, de salir del confort y levantarse del sofá, para empezar a crear", explicó el artista en el sentido de un desprendimiento del ego. En este punto, López, le da al paisajismo un rol central: "Los paisajes son la puerta de entrada que le da más afinidad a la gente. Las obras se vuelven reconocibles, el espectador puede encontrar e identificar aquel lugar que conoce y puede encontrarse a sí mismo’, remarcó.

En 2002 empezó sus estudios en la Escuela de Formación Artística de Ayacucho. También estudió en la Escuela Nacional de Arte Carlos Flor de Arequipa, en Perú. Alejado de la vida sedentaria y escapando de la típica posición del artista encerrado en un taller, prefiere siempre estar en el campo de la acción, en los lugares al exterior donde pueda captar la esencia y transmitir ambientes, sentimientos e ideas. Es en espacios públicos o zonas de naturaleza abierta, donde concentra toda su producción.

López fue premiado en distintos concursos nacionales e internacionales. Obtuvo medalla de honor en la Exposición Internacional de Acuarela de Perú y Primer Premio Profesional del Show Latinoamericano Fluya El Agua, en la Bienal de Acuarela de Quito, entre otros grandes eventos. Pero más allá de títulos y distinciones, el acuarelista deja de reafirmar sus origen y su raíz andina. Por tanto, tiene una mirada integral del continente. Piensa que en Latinoamérica, hay mucha complejidad y diversidad, pero algo une a todo eso, como si fuera una maraña de cables de electricidad en un poste de alumbrado público, tal como lo retrata en una de sus acuarelas. Y es una manera de expresar en ese paisaje urbano tan característico lo que le da pertenencia e identidad. Así interpreta temas muy en común como la discriminación, el racismo y la desigualdad que predomina en los países del sur, incluyendo a Argentina. 

En estos días, está caminando por las calles de barrio al costado de la Ruta 20 y observa las casonas antiguas, los pasajes de tierra, los viñedos y son temas de su agrado para implementar en su taller con los alumnos. Así concibe escenas para la composición de los paisajes, altos contrastes, luces, ventanas, el silencio, autos viejos y el anochecer. Son sus elementos favoritos para trabajar con la acuarela. 

"El paisajismo siempre va a impresionar, siempre atraerá a la gente al mundo del arte. Y disfruto mucho de ese encuentro, del diálogo que hay con la obra. Es un camino de esperanza, que permite vivir de tus sueños. Esa es mi misión’, concluyó.

El seminario

Nicolás López está desarrollando un taller de acuarela en el espacio artístico de Isabel Fernández Laisa. Su objetivo es transmitir elementos básicos y nociones de la técnica a artistas con o sin experiencia. Hace un seguimiento personal a cada aspirante para que realice procesos creativos desde la subjetividad y aprovechar al máximo los materiales.