Panorámica. Divertidos, los músicos de Buenos Aires y los de San Juan se presentaron en el Hall aplaudidos por la concurrencia. (Gentileza)

Después de compartir una tarde con los abuelos en el Hogar de Adultos Mayores Eva Perón el domingo pasado, el grupo solidario Música para el alma tuvo una conmovedora presentación en el Hospital Rawson ayer, al celebrar su actuación Nro. 400 junto a unos 50 integrantes de la Orquesta Sinfónica y más de 20 voces del Coro Universitario -ambos de la UNSJ- en una actuación que, además, recordó al recientemente fallecido Manuel Arellano que fue parte de la Sinfónica local y estaba inscripto para este acontecimiento. El eximio director Emmanuel Siffert también se sumó a la movida del conjunto porteño que, desde hace 6 años, se ocupa de "llevar paz" y "ánimo" a enfermos terminales y psiquiátricos, niños y adultos mayores que atraviesan sucesos difíciles.


La formación dio una muy buena impresión integrada por el cellista Jorge Bergero, solista de la Orquesta Estable del Colón, el violinista sanjuanino Julio Domínguez que toca en la Filarmónica de Buenos Aires; la violinista Sarai Pintado González; el violista Emilio Astolfi de la Filarmónica; el oboista Alejandro Lago, del Teatro Colón; y Amalia Pérez, solista de flauta de la Sinfónica Nacional; el tenor Mario Spagnolo y Gabriela Ceaglio, del coro del Colón. 


A las 9 en punto -tras un ensayo de media hora en el que aprovecharon para conocerse luego de su contacto virtual-, las notas comenzaron a fluir en el hall del Hospital para sorpresa de quienes allí se encontraban para ser atendidos o esperando su turno de visita. De pronto, el espacio se convirtió en una sala de conciertos y todos ellos se transformaron en espectadores de lujo. Por un momento, la tristeza y el agobio abandonaron los rostros para darle lugar al placer, que junto con la alegría coparon los corazones de los adultos, y las caritas de los niños allí internados volvieron a sonreír pícaras cuando los artistas recorrieron el área de pediatría tocando canciones infantiles y permitiéndoles tomar el arco de sus cuerdas, como sucedió cuando el sanjuanino Julio Domínguez, que toca en la Filarmónica de Buenos Aires, acercó su violín a un nene que se encontraba en una de las camas y el porteño Jorge Bergero arrimó su violoncello a una niña que salió al pasillo del nosocomio. 


Para la cantante local Romina Pedrozo, que actuó con ellos, "fue un grato regalo poder realizar esta experiencia", "sentir que lo único que importaba era el otro". "Cuando fuimos a la zona infantil interpretamos temas como La cucaracha y Manuelita y nosotros mismos volvimos a ser niños con ellos", apuntó la cantante local que también colaboró con la agrupación en la primera jornada.


El paso del conjunto por el sector de diálisis estuvo vibrante al igual que su ingreso en cardiología; en este último sitio, Bergero relató que "el padre de uno de los componentes de la Sinfónica estaba internado ahí y no podía creer lo que estaba viendo".


"Estamos cansados pero muy contentos. La respuesta nos conmovió mucho. En Pediatría, los chicos salieron a recibirnos junto a sus padres, fue un momento de regocijo, en vez de tanto dolor", destacó Bergero. 


"Esta función superó nuestras expectativas, celebramos los 400 recitales y la gente nos aplaudió porque no es común que algo así se sostenga en el tiempo y vaya ampliando su red", agregó el ideador del proyecto que nació para ayudar a su novia, la flautista de la Orquesta Nacional de Música Argentina María Eugenia Rubio, en su lucha contra el cáncer de mama; y tras su fallecimiento, la iniciativa se ramificó por diferentes ciudades y países.


Dato


Hoy, en el Hospital C. Aguilar a las 10.15 y la Esc. de Educ. Especial María Montesori a las 11.15 (Caucete). Mañana, en el Hospital Mental de Zonda a las 10.30

Felices por unos minutos. Los pequeños pacientes jugaron con los artistas. Y las autoridades del Rawson se fotografiaron con el grupo. (Fotos Maxi Huyema)