El mes que viene se abrirán las puertas de espacio mágico, "El jardín de la inocencia", donde se cruzan la pasión por el arte y el vidrio -noble material para crear y ecológico 100 por ciento-, con el recorrido de la artista, su propia historia, la familiar, la universal, la de las mujeres y sus cicatrices. 


Pero además, la muestra que abre Candelaria Tascheret el 7 de enero en el Centro Cultural Estación San Martín es importante por varias razones: es su primera exposición individual, contiene la obra desde sus inicios como artista del vidrio, algunas de ellas con vidrio soplado, una técnica que no está desarrollada en San Juan y también habrá dos instalaciones de grandes dimensiones realizadas en cristal, una de ellas tiene incorporado un motor que le dará movimiento. 

Fundido. El vidrio está a mil grados, se saca material que parece miel y por la varilla se sopla, se lo estira.

"Me animo a decir que esta será la primera muestra de vidrio macizo en San Juan. Hay muy poquitas escultoras que lo trabajan, pero lo hacen en plano, yo estoy un poco abriendo el camino al hacerlo macizo, que ha sido un desafío enorme", dijo a DIARIO DE CUYO sobre su trabajo artístico, atravesado por la temática femenina. 


"Tiene que ver con un recorrido muy personal, cuestiones que tienen que ver con lo transpersonal, con un estudio de mi linaje, desde mi herencia femenina, la historia de mi abuela, de mi madre, la mía, hay mucho de esto de revisar programas familiares, tiene que ver con la herida de todas las mujeres, con las cicatrices que tenemos las mujeres por fuera y por dentro" apuntó la artista de 41 años, madre de dos hijas de 9 y 18 años. 

Forma. Después de colorearlo con vidrio molido, en un banco el artista le da forma con pinzas. Luego se lo deja enfriar en un horno especial.

Hace 20 años que trabaja con vidrio. Tomó contacto con el material colaborando como asistente de una conocida vitralista mientras hacía una tecnicatura en cerámica. "Sostener vidrios de color, pulir y ensamblar fue algo mágico" contó sobre la fascinación que le generaba aquel aprendizaje; el trabajo en frío del vidrio", que perfeccionó desde entonces, contó, pero tiempo después se vio seducida por el calor de los hornos y el material se transformó en esculturas. En esta exposición mostrará piezas antiguas y nuevas, producidas en pandemia, y muchas de ellas estarán a la venta. 

Vidrio macizo. Matriz de arcilla, que sirve para la escultura de "cera perdida", luego se colocan los trozos de los botellones comprados en cristalería y se funde.

Candelaria, quien es autora de la escultura "Oda al agua" ubicada en el Complejo Ambiental Anchipurac y se formó en vidrio en la Escola De Cerámica de la Bisbal de Girona y en Argentona en Cataluña, ha realizado el soplado en la fábrica de vidrio soplado de Buenos Aires El progreso. "Uno lleva su proyecto y van sacando vidrio a más de mil grados, se va soplando, uno va guiando a esos maestros sopladores... y en otro taller más pequeño de soplado, he podido hacer mis propias experiencias de soplado. En San Juan no existe en este momento ningún horno de esta complejidad, donde se pueda soplar vidrio. En Argentina hay ahora solamente dos fábricas que han resistido a las crisis y son las que producen todo el vidrio utilitario, pero los fines de semana podemos ir los escultores y hacer nuestras piezas ahí" relató la sanjuanina que tiene como maestro y mentor a Osvaldo Pontecorvo, "que es el mayor tallador de vidrio checo que hay en Latinoamérica" dice, y quien le ha dado terminación a algunas de sus piezas de menor tamaño. 


"En San Juan es bastante incipiente la movida artística en relación al vidrio, en Buenos Aires es mayor", contó Candelaria, que dirige Taller sur, donde ha formado a más de 70 sanjuaninas en la técnica del vidrio fusionado, cerámica y vitral contemporáneo, pero dice que todas lo hacen por hobby.


"Me lo he tomado como mi profesión. Cuando salí afuera, me empecé a expandir y me di cuenta que si uno lo trabaja con amor y lo hace muy profesional, se puede vivir perfectamente de esto. Es un regalo de la vida el vidrio" apuntó la también arquitecta, que hace 10 años renunció a sus cargos docentes y de investigación en la UNSJ para dedicarse a ser escultora.


En el taller de su casa tiene los hornos de alta temperatura, trabaja con moldería compleja en sílice y cuarzo, la mayoría son con la técnica de "a la cera perdida": "Las esculturas las hago primero en arcilla, después la hago en cera y por tercera vez en vidrio. Son las matrices que necesito para llegar a mi pieza en vidrio" explicó sobre el proceso de sus creaciones, que son transparentes o con color agregado con vidrio bullseye que llega desde Canadá y otras tienen ensambles con madera o hierro. 


La muestra además tiene un costado relacionado al cuidado del medio ambiente, porque Candelaria es parte de la comisión que representa en Cuyo la comisión internacional Glass que consiguió que la ONU declare al 2022 como "Año Internacional del vidrio" como un modo de dar relevancia a este material "sustentable, reciclable y aplicable a una diversidad de rubros". El arte es uno de ellos y por eso en San Juan, Tascheret impulsará una serie de actividades durante todo el año para poner en escena al vidrio.