Furor con las B-Girls. En el escenario, las chicas superpoderosas de la pista fueron el alma del show urbano.

 

Un aluvión de jóvenes colmó las instalaciones del Centro Cultural Amadeo Conte Grand con un propósito en común: divertirse a pleno con sus pasiones y gustos más selectos. La Monster Feria logró una masiva concurrencia de fans del animé, del manga, de los videojuegos, el hip hop y el k-pop. Con más de 35 stands -con ofertas llamativas y productos singulares- y una serie de eventos y shows, la tarde-noche fue pura y exclusivamente para comprar, intercambiar, conocer y socializar. En el recorrido, hubo todo tipo de merchandising, algunos de diseño artesanal y manual, otros de creación original. Una alta iconografía de películas, mangas y videojuegos estuvo plasmada en sitckers, posters, cuadernos, agendas, indumentaria informal, libros, pines, accesorios, fanzines y por supuesto mucho material audiovisual, o también en juegos didácticos. Los visitantes se llevaron de todo, pero al mismo tiempo, disfrutaron de actividades lúdicas como el Just Dance, un juego interactivo que consiste en hacer pases de baile, que son capturados por un detector de movimiento y luego proyectado en pantalla mediante el sistema Xbox 360.

En la feria era abundante la venta de productos temáticos. Los mochis de peluche
con forma de pokemon, los más demandados.

 

Muchos querían su turno para el desafío e impresionar a las amigas y amigos. Hasta una barra especial de "brebajes mágicos", fue el punto obligado para tomarse algún refresco. Mientras algunos chicos y chicas seguían comprando, de repente aparecían los cosplayers a llamar la atención con sus caracterizaciones de personajes del animé y fantasía. Pero una de las atracciones centrales y que acaparó todos los sentidos fue la competencia de breakdance, seguida por otra llamada All Style. Los contendientes debían subir al escenario principal a demostrar su talento y su beat en la pista. En especial, las B-Girls se robaron todos los aplausos. En ambas modalidades, la competencias fueron bastante reñidas tanto en las fases "filtro" o preliminares como en las fases definitorias, puesto que se disputaban importantes premios en efectivo e indumentaria de marca.

Pero para ganar las batallas y obtener los puntos favorables del jurado, los retadores debían demostrar prolijidad en los movimientos, diversidad de estilos, sincronía con el ritmo y, por supuesto, mucha actitud escénica. Al caer la noche, sucedieron otros números artísticos y la presencia de espectadores fue en aumento. Como es habitual, las fotos y las selfies no faltaron en el evento y muchos se llevaron agradables momentos retratados en compañía de amigos. Mañana la feria (de 18 a 23 con entrada libre y gratuita) continuará con la competencia de Cosplay, una competencia K-pop (dúos, tríos y conjuntos) -ambos con premios en efectivo- y un show performático drag. 

Competidores fuertes. En las batallas de breakdance, el desafío era vencer con actitud.
A puro ritmo. Con el Just Dance, los chicos practicaban los pasitos
de PacMan.
Los cosplayers en su salsa. Muchos se animaron a asistir a la feria caracterizados con sus personajes favoritos.