Con un enfático acento en la imagen y un repertorio amplísimo que va desde Rapsodia Bohemia, Titanium y Viva la vida hasta Seminare, JiJiJi y De música ligera, pasando por Libertango y Por una cabeza, por citar apenas algunos títulos; en menos de cinco años Ave Fénix se erige como uno de los grupos instrumentales con más repercusión en el país y gana terreno en el exterior.

Sus arreglos especiales para cuarteto de cuerdas, su estilo fresco y desenfadado y sus visuales atrapantes –muchas de ellas mostrando imponentes paisajes argentinos- no han hecho más que consolidar un fenómeno que se desplaza por el país y que volverá  a sonar en vivo y en directo en la provincia.

Surgido post pandemia, dirigido por Manuel Wirzt e integrado por Pablo Raffo (arreglos y viola), Javier Kase (violín), Valter Izzo (violín) y Nicolás Muñoz (cello); con producción de Diego Djeredjian, el 19 de octubre, Ave Fénix se presentará en la Sala Auditórium del Teatro del Bicentenario.

En medio de su gira nacional, Raffo -quien contó que quedó pendiente filmar un clip en la provincia, en el Cerro de los siete colores, algo que el grupo desea- hizo un alto para dialogar con DIARIO DE CUYO.

 

– El impulso que gana Ave Fénix en redes es notable. ¿Tiene que ver con el despliegue de géneros, pero también de imágenes, un sello del grupo?

– Lo que hacemos no tiene idioma y entonces circula muchísimo. En las redes hay cerca de 850.000 seguidores entre las distintas plataformas y tenemos muchísimo público de México, Estados Unidos, Europa. Poder acompañar con la música los paisajes de la Argentina nos pareció una linda iniciativa, nos sale la parte patriótica ahí. El país tiene muy poco que envidiarle a otros lugares del mundo y poder ser un poco embajadores para nosotros es un privilegio.

 

– La tecnología los ha beneficiado…

– Son otras reglas de juego y cambia constantemente. De repente el bendito algoritmo cambia y lo que en algún momento es furor, a los dos días pasa. Pero sí, hemos tenido la suerte de tener videoclips que han tenido 20 millones de views, o cosas locas como hacer un cover de “JiJiJi” y que al día siguiente nos escriba el jardinero del Indio (Solari) con una foto con él, diciendo “Dice el Indio le encanta lo que hacen, se está haciendo una panzada con su video”.

 

– Eso también habla de hasta dónde los lleva su amplitud musical ¿Fue una elección desde el principio?

– Sí, porque apunta a la universalidad, a que las cuerdas no necesariamente estén atadas a esa manera a la que estamos acostumbrados ¿no?, la sala de conciertos, el saco y corbata, los atriles… sino que pudieran funcionar de otra manera. Queríamos que nuestras cuerdas pudieran tocar cualquier clase de música. La gracia acá es presentarlas como estamos acostumbrados a ver a cualquier artista, con multimedia, sincronizadas con luces, toda una puesta, digamos. Lo que nos pareció súper interesante fue romper un poco con el prejuicio del estilo, atravesar toda la música con la que todos crecimos y convivimos, y que en el fondo identifica a muchísima gente.

 

– ¿Quién fue el de la idea?

– Bueno, ahí me lo tengo que atribuir, aprovecho que no están mis compañeros cerca (risas). Pero todos compartimos esa iniciativa y esas ganas de buscar algo diferente. Venimos de lugares muy distintos y eso hace que varias diversidades estén puestas acá.

 

– ¿De qué lugares viene cada uno?

– Javi es un violinista consagrado en el ambiente del tango, Nico también es actor y con él trabajamos esa faceta, igual que con Manuel (Wirzt); Walter nació con el violín y yo estoy más vinculado a la parte de la composición, los arreglos, la música para cine, la orquestación. Entonces se juntan como un montón de individualidades.

 

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Pablo Raffo, arreglador y violista de Ave Fénix

 

– ¿Todo esto le imprime personalidad propia al grupo?

– Bueno, si bien es cierto que en el mundo hay cosas que tienen como ese rasgo, sentíamos que faltaba algo  bien nuestro, con nuestra esencia. Creo que nuestro sello es esa búsqueda, innovar, teniendo siempre en cuenta lo nuestro, lo argentino.

– ¿Quién elige los temas?

– Ahí también me hago cargo (risas). Como la parte de los arreglos recae en mí, tengo un voto extra que puedo jugar, pero todos proponemos. Muchas veces viene de decir “Che, ¿te imaginás qué pasaría si hiciéramos esto?” o  “¿A que esto no lo podés hacer?”. Buscamos una manera para tratar de replicar esa sonoridad de la canción en estos instrumentos, que por ahí tienen un idioma muy particular y es en lo que hay que poner una cuotita de ingenio.

 

– ¿Es lo más complejo, a nivel de arreglos?

– Sobre todo cuando son sonoridades muy distantes, como por ahí los sintetizadores o un power trío de rock. ¿Cómo replicar una guitarra distorsionada en un violín? Cada estilo tiene su secretito y es como ir encontrándolo en esa búsqueda. Pero no es solo meterse en los arreglos, sino lograr algo interesante de los arreglos, que es lo que a veces toma más tiempo. Cómo hacer algo que sea lindo, que esté bien escrito, que explote las cualidades del instrumento y que a su vez siga manteniendo la esencia original y sea rico y fresco.

 

– ¿Y en esa línea, cuáles temas han estado entre los mayores desafíos para Ave Fénix?

-Y, por ahí En la Ciudad de la Furia, de Soda Stereo, o We will rock You, de Queen, que está pensado para que la gente la cante en los estadios, así nació ese tema, con la emotividad del aplauso y el golpe al piso, y toda la melodía es un unísono. ¿Cómo hacemos algo interesante con cuatro cuerdas?

 

– ¿Y hay algún género al que le digan “no”?

– La verdad que no, porque hay buena o mala música en todos los estilos. Hay música clásica para dormir la siesta, otra espectacular y pasa lo mismo con todo. Si uno mira con lupa, en los géneros más cuestionados, como muchas veces son el trap y el reggaetón, puede haber cosas que son basura, pero también hay cosas que decís “Apa, mirá, esto está bien hecho, está bien logrado, tiene una búsqueda, está bien cantado”. Tratamos de no decir que no a nada en ese sentido.

 

– ¿Han hecho reggaetón?

– Nos hemos animado a hacer alguna cosa en los shows, como experimento, como búsqueda. Nos divierte y a la gente le divierte, le gusta, le sorprende. Con todo hemos tenido muy buena recepción, no nos podemos quejar porque la llegada al público está.

 

– En el vivo y en las redes…

– Exacto. Sentir que lo que uno hace, llega, se convierte en comunidad y en algún punto hasta deja de ser propio, porque pasa a ser algo del público… Es hermoso que pase y a nosotros nos pasa.

 

 

 

Tomá nota:

  • Ave Fénix. Cuerdas Paralelas
  • Domingo 19 octubre
  • 20:00 h
  • Sala Auditórium del Teatro del Bicentenario
  • Entradas $35.000, en venta en boletería y Tuentrada.com