El Vaticano aceptó ayer que "se estudie la posibilidad" de la ordenación sacerdotal de hombres casados en la Amazonía y abrió la discusión para "identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer", como una forma de responder a las "necesidades" de los pueblos de la zona. Esto podría allanar el camino para su uso en otras zonas remotas del planeta donde el clero es escaso. 

En un giro histórico, la Santa Sede dio así el primer paso oficial para flexibilizar el celibato en términos muy precisos, a través de la ordenación de los denominados "viri probati", como se conocía históricamente a los hombres casados con funciones sacerdotales.

De cara al Sínodo sobre la Amazonía que se celebrará en Roma del 6 al 27 de octubre, el Vaticano dio a conocer ayer el instrumento de trabajo que dentro de las "sugerencias" propone crear "nuevos ministerios para responder de modo más eficaz a las necesidades de los pueblos amazónicos".

En ese marco, el documento presentado pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana".

Sólo los sacerdotes pueden decir misa u oír confesiones, lo que significa que los católicos de las comunidades aisladas de la Amazonía pueden pasar muchos meses sin participar en ninguno de los dos sacramentos. 

La propuesta constituye una flexibilización histórica al celibato, instituido en los dos Concilios de Letrán: el primero, en 1123, el segundo en 1139, como una forma de defender la disponibilidad total del sacerdote. 

El "Instrumentum laboris" pide además "promover vocaciones autóctonas de varones y mujeres como respuesta a las necesidades de atención pastoral-sacramental; su contribución decisiva está en el impulso a una auténtica evangelización desde la perspectiva indígena, según sus usos y costumbres". "Se trata de indígenas que prediquen a indígenas desde un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua, capaces de comunicar el mensaje del evangelio con la fuerza y eficacia de quien tiene su bagaje cultural", agrega el documento de trabajo para la reunión de la que participará, entre otros, el presidente del Episcopado argentino, Oscar Ojea.

* Misa, bien escaso en la región amazónica

La Santa Sede está preocupada porque en muchos lugares de la región amazónica (que comprende parte de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana, Surinam y Guayana Francesa) las comunidades católicas tienen dificultades para acudir a misa por la falta de sacerdotes. Como sólo los curas pueden oficiarla, cerca del 70% de los católicos en este lugar no tienen acceso a la misa semanal. En una entrevista con un periódico alemán en 2017, el papa Francisco dijo que estaba dispuesto a considerar la ordenación de "viri probati" como sacerdotes en comunidades aisladas. También mencionó la posibilidad en remotas islas del Pacífico. No obstante, descartó abrir el sacerdocio de forma generalizada a todos los hombres casados o diluir el compromiso de la Iglesia Católica con el celibato, considerado como una virtud que libera a los sacerdotes para que dediquen sus vidas plenamente al servicio de Dios.