El terrorismo volvió a golpear ayer con saña a Rusia con un atentado con bomba en el metro de San Petersburgo, que causó al menos diez muertos y unos 50 heridos, justo cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, se encontraba en la ciudad.

Según el Ministerio de Sanidad, siete personas murieron en el acto, otra en ambulancia y dos más ya en el hospital, mientras seis de los heridos se encuentran en estado grave debido a heridas de metralla y quemaduras.

El atentado ocurrió poco antes de las 15 hora local (9 de Argentina) en una jornada en la que se reanudaba el curso escolar tras las vacaciones primaverales en Rusia.

Aunque al principio se informó sobre dos explosiones, el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) aseguró en un comunicado que la explosión ocurrió entre dos céntricas estaciones -‘Tejnologuicheskiy Institut‘ y ‘Sennaya Ploschad‘- de la línea azul del metropolitano.

‘El maquinista del tren en uno de cuyos vagones tuvo lugar la explosión actuó sensatamente en una situación complicada. La explosión ocurrió entre dos estaciones, pero él tomó la decisión absolutamente correcta de no parar el convoy hasta llegar a la estación‘, informó Svetlana Petrenko, portavoz del Comité de Instrucción.

Eso, según la funcionaria, ‘permitió comenzar la evacuación inmediatamente y ayudar a los heridos‘.
La explosión causó una gran humareda, lo que obligó a evacuar a un gran número de pasajeros en ambas estaciones, dos de las más concurridas de la ciudad, tras lo que las autoridades optaron finalmente por cerrar todo el metro hasta el día siguiente.
En las primeras imágenes divulgadas por los medios de comunicación se veían varios cuerpos ensangrentados tendidos frente a un vagón del metro con las puertas arrancadas de cuajo debido a la onda expansiva.

Además, otro artefacto explosivo casero fue desactivado por los artificieros en la estación de metro ‘Ploschad Vosstania‘, junto a la principal estación de trenes de la ciudad (Moskovskiy). Ese artefacto, que fue colocado dentro de un extintor, tenía una potencia de un kilogramo de trilita, varias veces mayor que el que explotó.

La Fiscalía General rusa inició un caso penal por terrorismo después de que Putin asegurara públicamente que la principal hipótesis es un atentado terrorista, aunque el Comité de Instrucción aseguró que aún no se descarta ninguna versión. 
Por el momento se desconoce al autor del atentado y, aunque fuentes oficiales informaron en un principio de un posible acto suicida, dos personas ya han sido declaradas en busca y captura por colocar los dos artefactos explosivos en el metro.

Las cámaras de seguridad del metro captaron la imagen de uno de los supuestos organizadores del atentado, un hombre de mediana edad con barba y gorro negros y aspecto de clérigo musulmán.
Los últimos atentados terroristas en suelo ruso fueron cometidos por la guerrilla islamista de Chechenia, república caucásica rusa cuyo presidente, Ramzán Kadírov, calificó la explosión de ayer como ‘monstruosa‘.

Mientras, el grupo yihadista Estado Islámico acabó en octubre de 2015 con la vida de 217 turistas rusos al volar por los aires un avión de pasajeros poco después de que despegara de Egipto.
El atentado ocurrió cuando el jefe del Kremlin intervenía en San Petersburgo, su ciudad natal, en un foro de medios de comunicación organizado por su plataforma electoral, en el que aseguró que ‘la democracia parlamentaria tiene muchos defectos‘.