El Gobierno español aprobó ayer un decreto que declara el estado de alarma en todo el país y fija un toque de queda entre las 23 horas y las 6. Aunque deja a las regiones la potestad para retrasar o adelantar su activación una hora. Al término de la reunión del Ejecutivo español, el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que su intención es que el nuevo estado de alarma destinado a doblegar la segunda ola de la pandemia de Covid-19 dure seis meses, en concreto hasta el 9 de mayo de 2021.

Sánchez ha comparecido ante los medios para explicar el alcance del nuevo estado de alarma nacional aprobado ayer en un Consejo de Ministros extraordinario por un periodo inicial de 15 días, como establece la Constitución española, cuya prórroga deberá aprobar el Parlamento. El nuevo decreto de estado de alarma fija un toque de queda obligatorio para toda España, excepto las islas Canarias (Atlántico), entre las 23 y las 6 horas. Las regiones, según Sánchez, podrán confinar su territorio completo o el de un "ámbito territorial inferior", decisión que deberá tomarse con "sentido común" para que se permitan actividades como acudir al médico, al trabajo o al centro educativo.

El artículo 116 de la Constitución española establece que el decreto con que se apruebe debe establecer el ámbito territorial de aplicación, que es todo el país en este caso, y por un plazo inicial máximo de 15 días. La prórroga debe ser autorizada por el Congreso de los Diputados a petición del Ejecutivo, que anunció la intención de que se prolongue hasta el 9 de mayo. La legislación española prevé la alarma para catástrofes y calamidades como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud; crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.También para la paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad en ciertas circunstancias, y situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.

De la misma forma, las autoridades regionales podrán limitar la permanencia de personas en espacios públicos o privados hasta un máximo de 6 personas, como ya ocurre en la mayor parte.

Mediante el estado de alarma es posible limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos. El toque de queda permite practicar requisas temporales de todo tipo de bienes, si lo decidieran las autoridades (no es el caso), e "intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados".

A los efectos del estado de alarma, la autoridad competente será el Gobierno nacional o, por delegación de éste, los presidentes regionales, como en estos momentos. El gobernante español ha precisado que mañana el Gobierno decidirá la ampliación de la vigencia del estado de alarma hasta mayo con la finalidad de que esta misma semana la vote el Congreso de los Diputados, algo para lo que ha pedido un "abrumador respaldo".

Es la segunda vez que el Ejecutivo, que dirige el socialista Pedro Sánchez, declara el estado de alarma nacional durante la epidemia, tras estar vigente entre mediados de marzo y junio pasados, en lo más duro de la crisis sanitaria. Entonces se decidió el cierre de las fronteras, el confinamiento general de la población en las viviendas y la interrupción temporal de actividades socioeconómicas. Hace dos semanas, se declaró otro parcial en Madrid y ocho grandes municipios limítrofes, que terminó este sábado. El estado de alarma había sido pedido en las últimas horas por las comunidades autónomas del País Vasco, Cataluña, Cantabria, así como la mayoría de gobiernos regionales del socialismo. Nueve de las 17 comunidades autónomas españolas pidieron formalmente el sábado esta medida. Por el contrario, ninguna de las autonomías gobernadas por el Partido Popular solicitaron esa medida.

El presidente español afirmó que el "número real" de personas contagiadas desde el inicio de la pandemia "supera los tres millones" tras haber superado el millón de contagios oficialmente.

  • Las regiones deciden medidas

Madrid terminó el sábado el estado de alarma que el Gobierno central decretó hace dos semanas para permitir su cierre perimetral. Sin embargo, nuevas medidas entrarán en vigor, decididas por las autoridades madrileñas: se prohibirán todas las reuniones, públicas o privadas, entre personas no convivientes entre medianoche y las seis de la mañana. Los bares y restaurantes deberán cerrar a medianoche y su capacidad máxima quedará restringida al 50% de la actual. Medidas urgentes que buscan frenar el rebrote que los está castigando.

Por su parte, el presidente de Castilla y León (norte del país) no esperó al anuncio de ayer de Sánchez y decidió imponer un toque de queda a sus habitantes entre las 22 y las 6 a partir de este fin de semana. La región de Valencia y la ciudad de Granada en Andalucía indicaron que harán lo mismo.

  • Italia cierra los cines y restaurantes

Con cerca 20.000 contagios de coronavirus diarios y más de 1.000 personas en las unidades de cuidados intensivos que empiezan a estar repletas, el presidente del Gobierno de Italia, Giuseppe Conte, decidió tomar medidas más restrictivas desde hoy, como el cierre de bares y restaurantes a las 18 y de algunas actividades, como teatros y cines.

El objetivo, explicó Conte en una rueda de prensa, es "mantener bajo control la curva epidemiológica" y "evitar un segundo bloqueo generalizado", que tendría graves efectos en la economía nacional. "No hemos introducido un toque de queda", aclaró Conte, quien instó a las personas a reducir los viajes tanto como sea posible.

Conte concluyó la rueda de prensa diciendo que espera que con las nuevas restricciones se pueda afrontar mejor los próximos meses.

  • Alemania no quiere tanto roce personal

En plena segunda ola de la pandemia de coronavirus, Alemania registró más de 11.000 contagios diarios en las últimas 24 horas, informó el Instituto Robert Koch de enfermedades infecciosas, el organismo oficial encargado del seguimiento de la crisis. A los 11.176 infectados nuevos se le sumaron también 29 muertes, según el balance del Instituto. Ante el aumento significativo del número de infecciones, la canciller alemana, Angela Merkel, apeló nuevamente a sus conciudadanos a que reduzcan los contactos personales.

"Estamos ahora en una fase muy grave de la pandemia del coronavirus, los nuevos contagios aumentan no a diario sino de hora en hora. Están por venir unos meses muy duros. El virus ha vuelto a propagarse con rapidez, más rápido que al principio, hace más de seis meses", declaró, según reprodujo la agencia Dpa.