La lucha por la vida donde casi todo es muerte tuvo una heroína especial tras el dramático derrumbe del Colegio Enrique Rebsamé en la capital mexicana. Se trata de Lulú, una niña de 10 años que sobrevivió al derrumbe y logró salvar a su hermanito.

La pequeña, en diálogo con Infobae, contó cómo buscó a su hermano en medio del caos de la evacuación. Antes de escapar, vio cómo parte del edificio se desplomó

Lulú y su mamá Lourdes vivieron las dos peores horas de su vida. La madre buscaba a sus hijos, y la hija a su hermanito entre los escombros.

Lulú se encontraba en el aula en el último piso del Colegio. Recuerda cómo ella y sus compañeros vivieron momentos de terror, una parte de su salón alcanzó a llegar hasta las escaleras, otra parte del aula se derrumbó, y ella junto con otros niños se quedaron en un espacio que permaneció en pie por unos pocos minutos.

"La maestra nos dijo que nos pegáramos a la pared y nos sentáramos. Yo abracé a una compañera que tenía mucho miedo, pero también pensé en mi hermanito porque él estaba en los pisos de abajo".

Cuando pasó el terremoto, la pequeña de 10 años logró bajar por las escaleras metálicas de la escuela, segundos después vio cómo se derrumbó todo.

"Estaba preocupada por mi hermanito porque, ¿qué iba a hacer yo sin él? No lo encontraba por ningún lado, hasta que lo vi llorando con otros niños", recordó. "Pensé en mis padres, tenía mucho miedo, pero le dije a mi hermanito que no llorara, que no nos podíamos mover porque si había otra réplica ya no lo iba a poder encontrar".

Lourdes, la mamá, inmediatamente trató de comunicarse con los maestros a través de sus grupos de Whatsapp, pero fue imposible. Un amigo le contó que se había caído un colegio, cuando le dijo el nombre, su angustia fue mayor. El caos le impedía llegar al Colegio, pero su esposo sí lo logró. Cuando llegó al lugar y dijo que buscaba a un niño y a una niña, lo llevaron a identificar los cuerpos de dos menores. No eran sus hijos, pero Lulú y su hermano no aparecían.

Más tarde, unas amigas le llamaron para decir que sus hijos estaban con ellas, vivían cerca de la escuela y cuando escucharon sobre la tragedia los fueron a buscar.


Argentinos perdidos
 

El cónsul argentino en México, Gabriel Servetto, advirtió ayer que hay varios compatriotas con los que aún no se ha podido restablecer el contacto tras el sismo, aunque aclaró que es algo "natural" por las dificultades en las comunicaciones. "Hay distintas personas trabajando ahora, y hay varios (argentinos) sobre los que estamos trabajando", consignó.