Se inmoló. Abu Bakr Al Baghdadi accionó un chaleco explosivo al verse acorralado por militares estadounidenses, según Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer la muerte del máximo líder y autoproclamado califa del Estado Islámico (EI), Abu Bakr Al Baghdadi, durante una operación militar realizada el sábado por las fuerzas especiales del Ejército norteamericano en el norte de Siria.

"Abu Bakr Al Baghdadi está muerto. Anoche (por el sábado) Estados Unidos hizo justicia con el terrorista número uno del mundo". De esa manera, Trump anunció la muerte del líder del EI en una conferencia de prensa brindada en la Casa Blanca junto a su Secretario de Defensa Mark Esper.

Según el mandatario norteamericano el líder yihadista "murió como un cobarde: gimoteando, llorando, gritando" luego de inmolarse con un chaleco explosivo después de verse acorralado por comandos especiales estadounidenses en la localidad siria de Barisha, ubicada en la provincia de Idleb, a sólo 5 kilómetros de la frontera con Turquía.

"Su cuerpo resultó mutilado por la explosión, pero los resultados de los exámenes ofrecieron un identificación cierta y positiva", remarcó, según informó la agencia de noticias EFE.

De acuerdo a las fuentes militares norteamericanas, los soldados identificaron con éxito el rostro de Al Baghdadi, que no resultó alcanzado por la explosión del chaleco, aunque para terminar de verificar la identidad del líder yihadista se emplearán pruebas de ADN.

El jefe yihadista tenía 48 años y era uno de los hombres más buscados y escurridizos del mundo, motivo por el cual fue apodado "el fantasma".

De hecho, en junio de 2017 Rusia anunció la muerte del líder yihadista en un bombardeo al sur de la ciudad siria de Al Raqqa.

Abu Bakr Al Baghdadi desató una ola de violencia inédita que se expandió llegando a Europa, donde se produjeron una docena de atentados.