
Corea del Norte probó ayer su bomba nuclear más potente hasta la fecha, un artefacto termonuclear que según el el gobierno comunista puede instalarse en un misil intercontinental, lo que, de confirmarse, supondría un importante y peligroso adelanto en sus capacidades militares en medio de una de las peores escaladas verbales con EEUU y la ONU de los últimos tiempos.
El nuevo ensayo nuclear tuvo lugar ayer en torno a las 12.30 hora surcoreana (pasada la medianoche del sábado en Argentina) y se sintió como un fuerte terremoto de 6,3 en la escala de Richter.
Washington respondió agresivamente, ya que el presidente Donald Trump se abstuvo de descartar una acción militar y amenazó con suspender el comercio con cualquier país que haga negocios con Pyongyang.
"El apaciguamiento no funcionará con Corea del Norte, ellos sólo entienden una cosa", dijo en varios mensajes publicados en Twitter.
El sexto ensayo nuclear norcoreano y el segundo supuestamente llevado a cabo con un artefacto termonuclear -en este caso una bomba de hidrógeno- coronó un período de frenética actividad armamentística por parte del régimen de Kim Jong-un, tras probar más de una decena de misiles balísticos desde comienzos de año, entre ellos dos intercontinentales, con capacidad, en teoría, de alcanzar territorio estadounidense.
La escalada armamentística del régimen comunista norcoreano coincidió con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, quien a su vez alimentó la confrontación verbal y bélica.
En su informe oficial, y con su habitual pompa, el regimen norcoreano dijo en la televisión estatal que el ensayo con una bomba de hidrógeno ordenada por el líder Kim Jong-un fue un "éxito perfecto".
"El test fue realizado con una bomba con un poder sin precedentes", informó la cadena estatal KCTV.
La bomba fue diseñada para ser instalada en un misil balístico intercontinental (ICBM, por sus siglas en inglés) recién desarrollado, agregó Pyongyang que con su progrma nuclear sigue desafiando las resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU.
La prueba fue registrada por agencias sismológicas internacionales, que informaron de un terremoto provocado cerca de una instalación norcoreana. Expertos japoneses y surcoreanos dijeron que fue unas 10 veces más potente que el temblor captado tras su última prueba nuclear hace un año.
No hubo confirmación independiente de que la detonación fue una bomba de hidrógeno en vez de un artefacto atómico menos potente, pero el secretario del jefe de Gabinete de Japón, Yoshihide Suga, dijo que Tokio no descartaba tal posibilidad.
Reunión en la ONU
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirá hoy lunes a las 10 hora de Nueva York para discutir la prueba nuclear norcoreana, a pedido de Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, Francia y Corea del Sur, dijo la misión estadounidense ante el máximo organismo internacional en un comunicado.
Expertos que estudiaron el impacto del temblor causado por la explosión -con una magnitud 6,3 según el Servicio Geológico de Estados Unidos- dijeron que hay suficientes evidencias que sugieren que el aislado estado desarrolló una bomba-H o se estaba acercando bastante.
El resultado es una de las peores crisis de seguridad en la región en los últimos años, con amenazas explicitas de ofensivas militares tanto por parte de Washington como de Pyongyang.
El ensayo volvió a poner sobre la mesa la capacidad de desarrollo del programa nuclear de Corea del Norte, pese a la aplicación de nuevas sanciones y la presión sin precedentes de la comunidad internacional.
El propio presidente de EEUU, Trump, confirmó via Twitter que se trató de "un importante ensayo nuclear" y afirmó que las "palabras y acciones (de Corea del Norte) continúan siendo muy hostiles y peligrosas para su país".
En las últimas semanas, la situación en la península de Corea se estaba distendiendo, después de meses de tensión por las continuas pruebas armamentísticas de Pyongyang y el desplazamientos de portaaviones y bombarderos estadounidenses a la zona. Si bien el despliegue militar ordenado por Trump formó parte de maniobras bilaterales previstas con Corea del Sur y Japón, también sirvió de amenaza ante el desarrollo militar norcoreana y alimentó la escalada internacional. El momento de máxima tensión llegó no hace mucho, cuando Kim amenazó directamente con bombardear la base norteamericana ubicada en la isla de Guam, en el océano Pacífico, una medida que luego decidió postergar, lo que fue considerado como un gesto de distensión dentro de la comunidad internacional.
Once años de rebeldía nuclear
La prueba nuclear que realizó ayer Corea del Norte es la sexta de su historia, un desarrollo militar que insertó al régimen comunista en la selecta lista de países nucleares en octubre de 2006, cuando el padre del actual líder, Kim Jong-il, consiguió detonar con éxito una bomba atómica. La noticia de la primera detonación nuclear en Corea del Norte sacudió al mundo entero y provocó una de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, que aún sirven de base para las nuevas sanciones y amenazas militares de la comunidad internacional contra el país asiático. En aquel momento, la ONU exigió a Pyongyang ‘eliminar todas las armas nucleares y de destrucción masiva y los misiles balísticos‘.