Perú, el segundo país de América latina en imponer la cuarentena por el coronavirus, es por lejos el que más test realizó y el que más bonos de ayuda directa entregó a los afectados por la crisis económica. Pero también es el segundo país con más casos de la región y el cuarto en muertes. Además, tiene un sistema de salud al borde del colapso.

El país registra cerca de 89.000 casos y más de 2.500 muertos por coronavirus, y, aunque la curva de la pandemia no deja de preocupar, esta semana comenzó una reapertura gradual de la economía que concluirá, si todo sale bien, en agosto.

Como en el resto del mundo, Perú ya no analiza la pandemia solo en términos sanitarios, sino también a partir de los estragos que está causando en la economía, que podría contraerse este año en 10 o 15 puntos del Producto Bruto Interno en paralelo a un aumento de la enorme informalidad, según economistas.

Hasta el inicio de la pandemia, Perú era uno de los casos de éxito macroeconómico que solían citar las voces del establishment financiero mundial. Su estabilidad y buenas finanzas le permitieron entregar los bonos de ayuda directa más altos de la región durante esta pandemia. Pero la enorme informalidad que domina su economía hizo que esta política fuera insuficiente para frenar la caída.

El monto del bono es alto, pero el gobierno está teniendo muchas dificultades de identificar a la población que lo requiere. Entre el 60 y el 70% de la economía en Perú sigue siendo informal.

Esta semana, el presidente Martín Vizcarra anunció que "Perú llegó al tope" del brote y comenzó un "descenso lento". Pero los números no lo acompañan.

"Aún es muy temprano para decir que hemos pasado el pico. La semana pasada tuvimos 3.800 casos nuevos todos los días. Ahora, en los últimos tres días tuvimos 3.200 o menos. Eso es una buena señal, pero se tendría que mantener al menos siete días para decir que se amesetó la curva y comienza el descenso", explicó Eduardo Gotuzzo, especialista peruano en infectología. En las últimas 24 horas hubo casi 3.900 casos.

Para el director del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Perú tiene un número tan alto de casos en comparación al resto de América Latina porque es por lejos el país que más pruebas de coronavirus ha hecho, tanto en términos absolutos como en relación a su población.

Pero, pese a haber aplicado rápidamente la cuarentena y el testeo masivo, Perú cometió dos errores decisivos. Por un lado, no garantizó material de protección a las personas que están en la primera línea de defensa contra el virus: trabajadores de la salud, policías y funcionarios públicos con tareas en las calles.

En la amazónica Loreto, las autoridades del hospital regional informaron que, para finales de abril, cuando los pacientes se amontonaban en los pasillos, el 40% del personal estaba ya hospitalizado o de licencia. "En los hospitales no hay capacidad y los médicos no tuvieron protección", relató Gotuzzo.

Algo similar sucede entre los empleados públicos que tienen tareas de control y distribución en las calles. "En Villa El Salvador, uno de los municipios más representativos de los sectores pobres de Lima, tienen canastas de alimentos entregadas por el Gobierno nacional y donaciones, pero no tienen cómo repartirlas porque tienen poquísimo personal que tiene mil tareas. Su poco personal ya está enfermo", contó Lorena Alcázar, economista e investigadora de Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade). Télam

Policías

82 policías fallecieron y otros 4.000 dieron positivo, según el Ministerio del Interior de Perú, una nación muy afectada por el Covid-19.

El problema de los trabajos informales

 

El Gobierno peruano no aplicó su cuarentena temprana y estricta al cerca del 70% que vive del día a día y en la informalidad. Esta semana, cuando el país se preparaba para comenzar la reapertura, 80% de los comerciantes del Mercado de Frutas de La Victoria, en el poblado suburbio de Lima, dio positivo en un testeo masivo.

"Se impuso una cuarentena muy severa con gran impacto en la economía informal, y, por eso, no produjo el efecto deseado," explicó el exministro de Economía del gobierno de Ollanta Humala, el economista Alonso Segura. La cuarentena fue incumplida por aquellos que debían salir a trabajar para sobrevivir. En América latina, Argentina fue el primer país en aplicar cuarentena total. Y la nación con más contagios de la región es Brasil.