Al menos 14 personas murieron y otras 225 resultaron heridas (dos de gravedad) por el sismo de magnitud 6,5 que sacudió ayer el sureste de Turquía y causó el derrumbe de al menos una decena de edificios.

El terremoto ocurrió sobre las 18 GMT y el epicentro se halla cerca de la localidad de Sivrice, de unos 10.000 habitantes, en la provincia oriental de Elazig, según la agencia de noticias Anadolu.

El movimiento fue percibido incluso en amplias zonas del país, incluso en Irak y Siria.

La agencia estatal de emergencias y desastres informó de la muerte de 14 personas y de al menos 225 heridos, mientras que los equipos de rescate seguían trabajando al cierre de esta edición para localizar a personas atrapadas bajo las ruinas.

El ministro del Interior, Süleyman Soylu, aseguró que al menos una decena de edificios habían colapsado y se habían registrado varias réplicas, la más potente de ellas de magnitud 5,4. En las imágenes que circulan en los medios turcos y las redes sociales se observan daños en viviendas y vehículos de la provincia de Elazig, y escenas de pánico con personas que corren a la calle para ponerse a salvo durante el movimiento sísmico. En otras imágenes se ven edificios parcialmente derruidos y bomberos desplegados en el lugar. La noche cerrada en Turquía dificulta también las operaciones y la valoración de los daños.

También se han registrado incendios localizados por la rotura del sistema de gas en algunas ciudades de Elazig.

En declaraciones a CNN-Türk, Ramazan Alpaslan, alcalde de Çevrimtas (a 60 kilómetros del epicentro), lanzó una llamada de socorro para que acudan los equipos de emergencias pues en dicha aldea cuatro personas han quedado atrapadas bajo los escombros de viviendas derruidas, de las cuales pudieron establecer comunicación con dos pero no con las otras dos.

Fahri Baykara, alcalde de Duygulu, otra aldea cercana al epicentro del sismo, explicó que varios edificios se derrumbaron y que hubo heridos, aunque no víctimas mortales. Sin embargo, explicó que los vecinos estaban asustados y se disponían a pasar la noche a la intemperie pese al frío. Los servicios meteorológicos advirtieron que las temperaturas por la noche en la zona siniestrada podían descender hasta los diez grados bajo cero, por lo que se pidió a los vecinos que tomaran precauciones contra el riesgo de congelamiento.

Las autoridades provinciales además abrieron residencias y centros deportivos para alojar a los damnificados y AFAD comenzó a distribuir cerca de 1.700 tiendas de campaña y 9.200 mantas, ya que recomienda no volver a los edificios que puedan haber resultado dañados hasta que sean revisados por los técnicos.

El epicentro se encuentra a unos 6,75 kilómetros de la superficie. Aunque inicialmente se le adjudicó una magnitud de 6,8, el centro sismográfico de Turquía rebajó la potencia a 6,5.

Turquía es uno de los países con mayor actividad sísmica del mundo porque está situada sobre varias fallas activas, y diariamente se producen docenas de terremotos y réplicas menores. El sismo más devastador de las últimas décadas tuvo lugar en 1999, cuando un temblor de magnitud 7,4 sacudió la región del Mármara y causó unos 17.000 muertos y 43.000 heridos.

(EFE y Reuters)

  • Tareas de socorrismo en plena oscuridad

La noche cerrada en Turquía dificultaba ayer notablemente las operaciones y la valoración de los daños por parte de los rescatistas y autoridades involucradas en la asistencia a las víctimas del terremoto, especialmente en las aldeas más alejadas de las capitales comarcales, donde algunas rutas y calles quedaron prácticamente destruidas.

Para colmo, el sismo cortó parcialmente las conexiones telefónicas en estas provincias de la región de Anatolia Oriental. En consecuencia, las autoridades turcas les pidieron a los ciudadanos que utilizaran lo menos posible las líneas telefónicas (excepto en casos de emergencia) y que trataran de comunicarse mediante llamadas por internet y a través de SMS.