Tristeza. Simpatizantes de Lula no ocultaron su tristeza en Curitiba, la capital regional del sureño estado del Paraná, donde Lula cumple su condena de 12 años por corrupción.

Mientras ayer se estrenaban las campañas en medios de comunicación para las elecciones presidenciales de octubre próximo, el Tribunal Superior Electoral de Brasil vetó la candidatura de Lula, que aspira a gobernar nuevamente a su país.

Tras haber sido condenado a prisión en segunda instancia por delitos de corrupción, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva quedó fuera de los comicios, ya que en la madrugada de ayer terminó de definirse la votación a favor del veto (seis votos contra uno). Esto quiere decir que el líder más popular del país y primero en los sondeos de cara a las elecciones del 7 de octubre próximo, en prisión desde abril pasado, queda inhabilitado para postular a la presidencia por sexta vez, aunque el fallo proferido por estas horas aún puede ser apelado.

El Partido de los Trabajadores (PT) de Lula ya había anunciado que, en caso de una sentencia desfavorable, se propone utilizar "todos los recursos a su alcance", pese a que los especialistas jurídicos dudan que puedan prosperar.

El camino para la inhabilitación de Lula lo abrió el magistrado Luis Roberto Barroso, instructor del caso, quien se pronunció por aceptar las impugnaciones presentadas contra su candidatura sobre la base de una ley conocida como "Ficha Limpia".

Según esa legislación, promulgada por Lula en 2010, cuando aún estaba en el poder, toda persona con una condena confirmada en segunda instancia tiene impedido postular a cualquier cargo electivo.

Aún con ese impedimento legal, el PT inscribió en el tribunal electoral el pasado 15 de agosto la candidatura de Lula, acompañado en la fórmula por el exministro de Educación y ex alcalde de Sao

Paulo, Fernando Haddad, quien emerge ahora como el más probable abanderado presidencial de esa formación.

Lula ingresó en prisión el pasado 7 de abril, condenado a doce años por corrupción y lavado de dinero en asuntos vinculados a los escándalos en la estatal Petrobras, de los que se habría beneficiado con un apartamento de playa entregado en forma de comisión por una constructora, una acusación que la justicia consideró probada.

"Vamos a presentar todos los recursos a los tribunales para que sean reconocidos los derechos políticos de Lula, previstos en la ley y en los tratados internacionales ratificados por Brasil", expresó 
el PT en un comunicado.

El PT aseguró que ese dictamen es "injusto" y que "Lula tiene recursos tramitando" en el Tribunal Superior de Justicia y en el Tribunal Supremo contra la "sentencia arbitraria".

El Partido de los Trabajadores (PT) inauguró su campaña televisiva sin Lula como candidato y con la afirmación de que "la decisión está tomada" y que seguirá con el exmandatario "hasta el fin". Insistió también que entrará con "todos los recursos" para revertir el fallo del Tribunal Superior Electoral.

"La decisión está tomada. Nosotros vamos con Lula hasta el final", dijo el exministro Fernando Haddad, aspirante a la Vicepresidencia en la fórmula encabezada por el expresidente, preso y condenado por corrupción y cuya candidatura a las elecciones de octubre fue impedida por haber sido condenado en segunda instancia.

Aunque el partido aún no lo ha confirmado, el veto a la candidatura de Lula deberá encumbrar como abanderado de esa formación a Haddad, una alteración para la cual tendrá un plazo de diez días.

La expresidenta argentina Cristina Fernández criticó ayer la inhabilitación de la candidatura del 
exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y la comparó con su situación en los tribunales, al asegurar que el veto a Lula "también arrasa el Estado de derecho".

"Ahora le impiden a Lula ser candidato presidencial porque saben que ganaría ampliamente las elecciones de octubre. En Brasil los medios de comunicación, en coordinación con el Poder Judicial, también han arrasado con el Estado de Derecho. #FuerzaLula", publicó en sus redes sociales Fernández de Kirchner.

Fernando Haddad, el plan B


Muchos analistas creen que el candidato a vicepresidente Fernando Haddad acabará por sustituir a Lula al frente de la fórmula en las elecciones de octubre.

Haddad, de 55 años, "sólo hablaba cuando le preguntaban algo", contó un antiguo aliado de Lula. Algunos le reprochan un estilo distante, algo que él niega. "Soy hijo de un comerciante libanés con una estudiante de profesorado. Aprendí en casa a conversar, a negociar, y tengo en general un comportamiento tranquilo, incluso en las situaciones más adversas. Las personas confunden eso con frialdad y no lo es", explicaba en un artículo.

Haddad está casado con Ana Estela Haddad y tienen dos hijos y es un reconocido intelectual de la Universidad de Sao Paulo, donde estudió Derecho, ha publicado cinco libros, posee un máster en economía y un doctorado en filosofía.

Nacido en Sao Paulo, se unió al PT a los 20 años de edad, pero no fue hasta 2005 cuando asumió un cargo de mayor rango, el de ministro de Educación.

Fernando Haddad, aspirante a la vicepresidencia de Brasil en la fórmula encabezada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, informó ayer que se reunirá mañana con el exmandatario en la prisión para decidir los "próximos pasos" de la campaña electoral de la formación.

"Vamos a presentar el cuadro jurídico a Lula el lunes por la mañana. Vamos a discutir qué hacer en esos diez días de plazo", afirmó Haddad en alusión al fallo del Tribunal Superior Electoral que impidió la candidatura presidencial de Lula, preso desde abril, y tras el cual el Partido de los Trabajadores (PT) tiene 10 días para indicar un nuevo abanderado.

"La soberanía es del pueblo a la hora de elegir el candidato del PT. Y ese candidato es Lula", por eso "no estamos haciendo estrategia electoral, no estamos haciendo cálculo electoral. Estamos 
defendiendo lo que consideramos un bien común, que es la soberanía popular", concluyó.

Fuente: Efe