El Partido Demócrata recuperó el control de la Cámara de Representantes pero sin materializar el amplio repudio que esperaba contra el presidente Donald Trump, quien celebró que su Partido Republicano ampliara el control del Senado y ganara gobernaciones clave en las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos.

El fallo dividido de los votantes, reflejo de la polarización del país bajo la administración Trump, demostró los límites del discurso nacionalista y anti inmigración del presidente en el cambiante electorado del país, sobre todo entre sectores urbanos de mayor formación pero también el gran apoyo que encuentra entre los trabajadores fabriles y en zonas rurales.

En conferencia de prensa en la Casa Blanca, el presidente dijo que su agrupación "desafió la historia al ampliar su mayoría en el Senado" y definió los comicios del martes pasado como una jornada "increíble" para los republicanos pese a haber perdido la Cámara Baja tras controlarla durante ocho años.

A Trump le quedan por delante dos años de gobierno incómodos y con un balance de fuerzas complejo. La nueva mayoría demócrata no sólo limitará las ambiciones legislativas de Trump en temas como el sistema de salud, inmigración o gasto público, sino que además podría someter al mandatario a investigaciones por sus controversias personales.

En la conferencia de prensa, Trump primero prometió intentar cooperar con la nueva mayoría de la Cámara Baja, pero enseguida amenazó con negarse a hacerlo si los demócratas inician investigaciones en su contra y pronosticó que si eso sucede, le otorgará puntos políticos de cara a las presidenciales de 2020.

"Si eso ocurre, vamos a hacer lo mismo (contra los demócratas desde el Senado), y el gobierno se paralizará. Y eso probablemente será mejor para mí, porque creo que soy mejor en ese juego que ellos", agregó.

Sin embargo, la ventaja demócrata es escasa. De los 218 asientos necesarios para la mayoría en la Cámara de Representantes, de 435 integrantes, los demócratas ganaron 222 y los republicanos, 199. Aún debían definirse 14 bancas. En estas elecciones se renovó la totalidad de la Cámara Baja.

En el Senado, las proyecciones son que los republicanos controlarán 54 de los 100 escaños, y los demócratas 46, tres menos que los que tenían. Los demócratas sufrieron derrotas en las elecciones de gobernador en Ohio y Florida. Los demócratas ganaron al menos 16 de las 36 gobernaciones que se pusieron en juego, y ahora controlan 23 de las 50 del país.
 


Récord femenino
 

Estados Unidos eligió en estos comicios a 95 mujeres para la Cámara de Representantes y al menos 13 para el Senado, lo que lleva la representación femenina al récord del 22 por ciento, que supone una subida de dos puntos porcentuales respecto a su presencia actual, según los últimos recuentos.


Las primeras
 

Las demócratas Rashida Tlaib e Ilhan Omar, de los estados de Michigan y Minnesota, son las primeras mujeres musulmanas que entran en la Cámara de Representantes. Tlaib, de 42 años, es de Detroit, hija de inmigrantes palestinos y madre de dos hijos. Omar, de 36 años, es de origen somalí.

Fuente: Télam