El papa Francisco afirmó que, en su opinión, "se ha declarado la Tercera Guerra Mundial". Pero más sorprendente es que el pontífice consideró que la invasión rusa a Ucrania "quizás fue provocada o no impedida", según la transcripción de la conversación que mantuvo hace unos días con las revistas de la Compañía de Jesús. Jorge Bergoglio no descartó que el conflicto esté ligado al comercio mundial de armas.

"Hace unos años se me ocurrió decir que estábamos viviendo una Tercera Guerra Mundial en pedazos. Ahora, para mí, se ha declarado la Tercera Guerra Mundial. ¿Qué le está pasando a la humanidad que ha tenido tres guerras mundiales en un siglo?", dijo Francisco, según la transcripción que ayer publicó La Civilta Cattolica.

Al responder sobre la agresión de Rusia a Ucrania, afirmó que "hay que alejarse del patrón normal de que Caperucita Roja era buena y el lobo era malo. Está surgiendo algo global, con elementos entrelazados".

Y citó la opinión de un Jefe de Estado que le expresó su preocupación "por cómo se estaba moviendo la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN)". "Le pregunté por qué y me respondió: Están ladrando a las puertas de Rusia. Y no entienden que los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se les acerque" y concluyó diciendo que "la situación podría conducir a la guerra. Ese hombre supo leer lo que estaba pasando", relató Francisco. Para Francisco, existe el peligro de centrarse sólo en "la brutalidad de tropas mercenarias, utilizadas por los rusos, que prefieren enviar chechenos, sirios y mercenarios" y que "es algo monstruoso". Pero, agregó, "no ver todo el drama detrás de esta guerra, que quizás fue provocada o no impedida. Y registro un interés en probar y vender armas. Es triste, pero es lo que está en juego". Afirmó que algunos creen que con este pensamiento está a favor del presidente ruso, Vladimir Putin. "No, no lo estoy. Es simplista y erróneo decir tal cosa. Pero estoy en contra de reducir la complejidad a la distinción entre el bien y el mal, sin pensar en las raíces y los intereses, que son complejos", aseveró. Télam