Como si se tratara de una película de desastres propia de Hollywood, Los Ángeles, conocida como la capital del espectáculo, continúa asediada por cuatro grandes incendios. Algunos están más cerca de su corazón como el que lleva un día amenazando el museo Getty y las casas de los ricos y famosos en las proximidades de Bel Air. Otros afectan a áreas muy poblados al norte de la ciudad y en localidades colindantes, como Ojai y Ventura. Y todos ellos están siendo avivados por la sequía pertinaz que vive la zona, así como los vientos de Santa Ana, que, con una fuerza parecida a la de un huracán y muy secos, son la mejor forma de propagación de las llamas.

 

Los cuatro incendios continuaron avanzando la noche del miércoles, lo que hizo aumentar en 30.000 personas el número de evacuados, hasta los 230.000, y obligó a cortar más carreteras. Las autoridades emitieron entonces una alerta de emergencia por “peligro extremo de fuego” en el condado de Los Ángeles.

Pero ayer las condiciones meteorológicas mejoraron ligeramente, con el viento soplando por debajo de los peores pronósticos. Aún así, la situación sigue siendo grave. Las autoridades declararon la "alerta morada" por vientos "extremos", la primera vez que ocurre en el Estado. Y se halló muerta a una mujer en una zona afectada por los incendios en Ojai, una localidad a las afueras de Los Ángeles y donde se iniciaron los fuegos. Las autoridades no han determinado la causa de la muerte más allá de revelar que el cuerpo se encontró en el lugar de un accidente de coche.

El jefe del servicio de bomberos de California, Ken Pimlott, había advertido de que los fuertes vientos, típicos de esta época del año, podían llegar a soplar hasta los 130 kilómetros por hora. “No habrá ninguna capacidad de luchar contra el fuego ante este tipo de viento”, alertó.

Por la mañana, sin embargo, los vientos bajaron hasta los 95 kilómetros por hora. Se espera que hoy bajen  hasta los 24, según el Servicio Meteorológico Nacional. “Algunos de los signos que vimos no son tan impresionantes como habíamos visto antes”, dijo el meteorólogo David Sweet, según informa el diario Los Angeles Times.

El paisaje es devastador. Hay carreteras cortadas en medio de colinas en llamas o calcinadas. El fuego afecta a 469 kilómetros cuadrados en los condados de Los Ángeles y Ventura. Ninguno de los cuatro grandes incendios está controlado más allá del 15% de superficie, según los últimos datos.