Las autoridades mexicanas seguían sin conocer las causas de la explosión de una toma clandestina de gasolina, que dejó hasta ayer 79 muertos y 66 heridos. "No vamos a generar hipótesis que después no podamos ratificar. En este sentido, vamos a ser muy cuidadosos", dijo ayer en rueda de prensa el recientemente nombrado fiscal general, Alejandro Gertz, quien sólo dijo que la principal presunción es que la combustión se generó por la ropa con "contenido sintético" que llevaban los lugareños, que puede haber producido alguna actividad eléctrica.

Gertz informó que en la zona cero un equipo de peritos estatales y federales siguen levantando "diligencias" y recopilando posibles elementos de prueba, sin que hasta el momento se sacara algo en claro.

"Todos los videos, todas las informaciones, se están acopiando en la carpeta", apuntó el fiscal, cuestionado sobre algunos indicios que apuntan a que había gente fumando en el área mientras el petróleo salía.