El presidente de los EEUU, Donald Trump, quiere seguir estando en boca de todos. Primero fue su embestida arancelaria que puso de cabeza al Comercio Internacional con tasas colosales que después fue negociando a su conveniencia con las grandes potencias como China, La Unión Europea, Canadá, India, ect.

Mantiene su perfil alto en la batalla contra la inmigración ilegal en EEUU con miles de deportaciones incluso a pesar de varios fallos judiciales en contra.

Un grupo de 400 niños guatemaltecos espera ser deportados sin nadie que los acompañe y esto mantiene en vilo a la diplomacia del país centroamericano que a pedido oficialmente pausar la deportación de adolescentes de entre 14 y 17 años.

Presiona al presidente ruso, Wladimir Putin para sentarlo a negociar para poner fin a a guerra y ya avisó a su par de Ucrania, Wolodimir Zelenky, que “un acuerdo de paz difícilmente incluya a devolución de Crimea” por parte de Moscú.

Esta semana se enfrascó en una contienda de alto impacto político con el dictador de Venezuela Nicolás Maduro. Después de ordenar que la Guardia Costera hundiera un barco cargado con drogas proveniente del país caribeño, amenazó con derribar aviones de guerra venezolanos que pongan en riesgo a la Armada de EEUU en aguas internacionales. Y va por más.

Y hoy se convertirá en el primer presidente estadounidense en ejercicio en 25 años que asistirá a Flushing Meadows para ver final de tenis masculino en abierto de los EEUU (US OPEN) entre el N° 1 y 2 del rankimg ATP, el italiano Jannik Sinner y el español, Carlos Alcaraz.

El republicano ha asistido a numerosos eventos deportivos para reunirse con sus seguidores, pero puede que no reciba la bienvenida más calurosa en el Abierto de Estados Unidos, en la profundamente demócrata ciudad de Nueva York.

Igual, nada lo detendrá, es lo que parece. En su días fue un fijo del torneo antes de asumir el cargo y en 2015 fue abucheado por algunos aficionados al tenis poco después de lanzar su campaña presidencial.

Los espectadores y medios de comunicación deben afrontar medidas de seguridad extraodinarias en el Centro Nacional de Tenis Billie Jean King, en Queens, el barrio natal de Trump, donde el torneo va camino de batir récords de asistencia por cuarto año consecutivo.

El torneo no ha visto a un presidente en ejercicio desde que Bill Clinton asistió en 2000. Barack y Michelle Obama asistieron en 2023, seis años después de que el demócrata dejara el cargo.

El español Carlos Alcaráz, segundo cabeza de serie, dijo que “es un privilegio para los torneos tener al presidente de cada país apoyando el torneo, el tenis y el partido”, pero confesó que trataría de no pensar en Trump entre la multitud mientras aspira a su sexto título de Grand Slam.

“No quiero ponerme nervioso por ello”, dijo el español a la prensa el viernes tras derrotar en semifinales a Novak Djokovic, ganador de 24 torneos grandes. “Pero creo que (…) es genial para el tenis tener al presidente en la final”.

Trump acaparó los titulares cuando se convirtió en febrero en el primer presidente estadounidense en ejercicio que asistía a la Super Bowl. Los aficionados del Superdome de Nueva Orleans le recibieron con una mezcla de vítores y abucheos.

Meses después, Trump anunció desde la Casa Blanca que Washington acogería en 2027 el Draft de la NFL, un megaevento anual que atrae regularmente a cientos de miles de aficionados.

En julio asistió a la final del Mundial de Clubes, donde se sentó en los palcos del MetLife Stadium con el jefe de la FIFA, Gianni Infantino, y permaneció en el escenario durante el levantamiento del trofeo por parte del Chelsea, para confusión de los futbolistas.

Trump asistirá también al partido de los Yankees de Nueva York frente los Tigres de Detroit en el 24° aniversario de los ataques del 11 de septiembre. A finales de este mes, se espera que asista a la Ryder Cup, la competición internacional bienal de golf, en Long Island.

El republicano va calentando motores para lo que será el evento con el que quiere eclipsar al mundo: El Mundial de Fútbol 2026 que tendrá a EEUU como anfitrión.

Sinner y Alcaráz, por la gloria

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Va por el N° 1. Carlos Alcaráz buscará hoy un triunfo ante Sinner que lo lleve de nuevo al tope del ranking ATP.

Este domingo, a las 3 de la tarde hora argentina (las 2 de la tarde en Nueva York), el español Carlos Alcaráz y el italiano Jannik Sinner se jugarán el título del US Open y también el número uno mundial. El murciano puede arrebatar ambas conquistas al italiano, a quien domina en el balance general por 9-5, 3-1 esta temporada. Se ha impuesto en seis de los siete últimos.
Alcaraz, campeón en Roland Garros, busca su sexto Grand Slam, el quinto persigue Sinner, vencedor este curso del Open de Australia y Wimbledon.
El partido se podrá ver en vivo por televisión a través de ESPN, como así también por streaming por intermedio de la plataforma Disney+, en su plan Premium.