�La “saladita” mendocina tendrá a 17 puesteros sanjuaninos: 4 anotados para comprar el espacio y el resto pretenden alquilarlo, según precisó Castillo: “Es gente que viene para acá (por Buenos Aires) y que nos pidió condiciones para ser parte de la feria y se anotaron. Esto es un trabajo como cualquiera, con la diferencia que se hace muy buen dinero”.
La Salada, que comenzó en 1991 con un puñado de ciudadanos de nacionalidad boliviana que se instalaron a vender ropas importadas y comida en terrenos abandonados en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, es un espacio muy tentador para muchos que ven en este espacio un negocio en donde la “ropa se quema en las manos” (término que utilizan debido al alto flujo de ventas que se maneja) y que permite manejar “plata fresca”.
