Científicos británicos anunciaron que el primer trasplante exitoso de útero en seres humanos podría efectuarse en el plazo de dos años, lo que abriría un nuevo camino a las mujeres que no pueden tener hijos de manera natural.
Un equipo de expertos del Royal Veterinary College de Londres realizaron con éxito el trasplante en cinco conejas, a las que se trasplantaron úteros mediante una técnica que permitió mantener el suministro constante de sangre durante toda la gestación.
Las conclusiones del estudio fueron presentadas ante una conferencia sobre fertilidad celebrada en Atlanta (EEUU), donde el ginecólogo jefe del Hammersmith Hospital de la capital británica, Richard Smith, explicó que el siguiente paso consistirá en someter a otras cobayas trasplantadas a un tratamiento de fertilidad. A partir de ahí, se experimentará en mamíferos más grandes, con la esperanza de poder aplicarlo en el futuro en seres humanos.
Smith recordó que en Arabia Saudita ya se intentó un trasplante de útero de una donante viva, que fue rechazado por la recipiente. Todo apunta, afirmó el ginecólogo, a que se fracasó porque los cirujanos que lo realizaron no habían dado todavía con la manera de conectar las arterias y venas que intervienen en el funcionamiento del útero, lo que dejó al órgano sin el oxígeno necesario.
Lo novedoso en este caso, añadió, "es que hemos conseguido resolver el misterio de cómo lograr un trasplante con éxito y plenamente vascularizado", ya que la operación que se propone incluye el injerto del útero con todas sus venas y arterias.
La idea cara al futuro es que el útero sólo permanezca trasplantado durante el tiempo que duren la gestación o gestaciones de la madre en cuestión, y el único obstáculo en teoría será que las trasplantadas tendrán que ser sometidas a una cesárea porque el órgano injertado no soportaría un alumbramiento natural. Además, la concepción tendrá que ser el resultado de un tratamiento de fertilidad, porque las mujeres con un útero trasplantado correrán riesgo de sufrir un embarazo ectópico, en el que el óvulo fertilizado se desarrolla en tejidos distintos a los de la matriz.
