“Este muchacho era una de las 15 personas que vino el 7 de julio pasado a nuestro complejo a hacer un taller de Bioconstrucción (usar elementos de la naturaleza para construir). Pero como quería perfeccionar su técnica, me pidió hospedaje a cambio de trabajo. Se veía normal, pero nunca pensé que iba hacer una cosa así. Me quedé sin nada”. Gastón Coll ayer no salía de su asombro luego que un turista que tenía alojado en su posada turística en la localidad iglesiana de Bella Vista incendiara todo el lugar la madrugada del martes. Lo que ardió fue una construcción de adobe, palos y cañas de 1860 y todo lo que había adentro: 15 camas, 2 estufas eléctricas, 11 mesas, 32 sillas, 3 sillones, ropa de cama y artesanías, provocando pérdidas por $200.000, aseguró la víctima. El sospechoso fue apresado por efectivos de la Seccional 22da. Luego se supo, por su padre y un médico que lo atendía, que sufría alteraciones mentales, informó la Policía.

El presunto incendiario fue identificado como Sebastián Gaviorno (34 años, oriundo de Neuquén) y quedó acusado de quemar la finca ‘Alto Verde’, aunque su enfermedad lo haría inimputable. El domingo pasado, Gaviorno fumó marihuana y evidenció conductas extrañas, dijo el empresario: ‘notamos que se alteró y el lunes estaba muy nervioso porque se le habían acabado los cigarrillos. Le compramos más, pero siguió raro’, dijo Coll. Lo cierto es que en la madrugada, quemó el complejo sin ser detectado. En la Policía informaron que cuando fueron a detenerlo, el joven les arrojó piedras a los efectivos. Es más, en la celda se autoagredió 2 veces y en la comisaría esperaban la orden de un juez para ver si lo trasladaban a un hospital mental.