El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acudió ayer a la vista preliminar del proceso por el caso Mediatrade, que se celebra en Milán, en la que supone su primera comparecencia ante un juez desde 2003.
En este proceso, se investiga si el grupo de medios Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi, compró a través de su filial Mediatrade los derechos de películas a un mayorista estadounidense mediante el intermediario, Frank Agrama, para aumentar después los precios y permitir con su recompra evadir dinero al fisco. Por esto Berlusconi es investigado por un supuesto delito de fraude fiscal y apropiación indebida.
Durante la jornada de ayer, el magnate italiano, llegó al juzgado para tomar parte en la audiencia, que se celebrará a puerta cerrada. Antes de su llegada al Tribunal de Milán, calificó las acusaciones en su contra cómo "ridículas e infundadas".
Esta es la primera vez que Berlusconi comparece ante el juez, en un caso por el que está investigado, desde hace ocho años, cuando en junio de 2003 el mandatario declaró ante los magistrados en el caso SME, en el que estaba acusado de corrupción a jueces, cargo del que fue absuelto en 2008.
Es también la primera vez que comparece ante un juez desde que el Tribunal Constitucional invalidó, el pasado enero, la ley del legítimo impedimento, que le permitía ausentarse de las vistas alegando compromisos institucionales y al que se había acogido en reiteradas ocasiones para no acudir a las audiencias de los tres procesos que tenía pendientes hasta ese momento.
Y es que Berlusconi no ha acudido ni a la vista de reanudación del juicio en el que está imputado por fraude fiscal por el caso Mediaset, siendo declarado "en rebeldía" por los jueces.
Berlusconi, deberá hacer frente a demás, al juicio por el caso Ruby, en el que el italiano está imputado por supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, y que comenzará a partir del 6 de abril.
