El profesor emérito Luis Rallo, de la Universidad de Córdoba, España, es un especialista de renombre mundial y brindó una importante conferencia sobre variedades, mejora y propagación del olivo en el "Congreso Nacional de Viveros de Vid, Olivo y Frutales de hoja Caduca" realizado recientemente en Mendoza. Brindamos aquí sus principales conceptos.
La diversidad varietal es una pauta común de los países olivareros tradicionales. La mayoría de las variedades son muy antiguas y se cultivan alrededor de las zonas donde probablemente fueron seleccionadas.
La actual expansión del olivar está modificando aceleradamente la difusión de las variedades. El desarrollo de una industria viverística muy dinámica ha reducido el número de variedades propagadas. En España se ha pasado en poco tiempo de 24 variedades principales a poco más de 5 variedades de aceite: cuatro españolas ("Arbequina", "Picual", "Hojiblanca" y "Árbosana") y dos extranjeras ("Koroneiki" y "Frantoio") y tres de mesa ("Manzanilla de Sevilla", "Gordal Sevillana" y "Hojiblanca"), esta última de doble aptitud, son objeto de una multiplicación comercial importante. En general las variedades principales tradicionalmente propagadas tienen una serie de características comunes como su relativa precocidad de producción, su elevado contenido graso, su productividad y las genuinas características de sus aceites que son apreciadas localmente. La tendencia a la reducción del surtido varietal está conduciendo a una universalización de algunas variedades. La expansión universal de "Arbequinaa es sin duda el ejemplo más relevante de este cambio.
La genética
La exploración, conservación, evaluación y uso sostenible de los recursos fitogenéticos se ha convertido en una prioridad en todo el mundo. En el caso del olivo, la diversidad y especificidad de los cultivares en todos los países oleícolas representa un legado de biodiversidad. Supone una reserva estratégica para su cultivo en el futuro. Hoy se exige la conservación y uso de los recursos genéticos de olivo, que representan la base sobre la que diseñar y construir las variedades del futuro.
Las variedades tradicionales han sido fruto de selección empírica local y la clonación de acebuches locales(olivos silvestres) como de olivos sobresalientes. En ambos casos los individuos seleccionados procedían de cruzamientos espontáneos, bien entre variedades previamente seleccionadas o introducidas o con otras variedades o acebuches locales. La reiteración de este proceso ha originado un elevado número de variedades.
La exploración y catalogación de las variedades de olivo en los diferentes países oleícolas ha sido parcial, su conservación se ha llevado a cabo en colecciones de campo y en la mayoría de los casos sigue pendiente el problema de la identidad genética de las correspondientes variedades lo que está agravado con el uso frecuente de homonimias y sinonimias.
El caso español
En España se inició en 1971 el establecimiento de una Colección Mundial de Variedades de Olivo, denominada Banco de Germoplasma Mundial de Olivo (BGMO). Esta iniciativa desencadenó la prospección sistemática y la descripción de las variedades de España. La metodología de esta prospección y la descripción morfológica de las variedades de Andalucía, Cataluña y Valencia . Una Elaiografía de España incluye la descripción morfológica de sus variedades principales, secundarías y difundidas. En ella se incluye un índice de denominaciones varietales donde se establecen las homonimias y sinonimias encontradas. El avance de la genética ha permitido la catalogación de un total de 406 variedades diferentes del BGMO procedentes de la prospección de España y de introducciones de 21 países oleícolas. Aproximadamente 300 nuevas entradas o accesiones se han incorporado al BGMO procedentes de una Red Cooperativa de Bancos de Germoplasma establecida por iniciativa del Consejo Oleícola Internacional en 18 países. En la actualidad se está estableciendo una duplica del BGMO para garantizar la conservación de este fundamental legado de biodiversidad.
La evaluación agronómica de las variedades de un Banco de Germoplasma se lleva a cabo en colecciones, en ensayos en campo y en ensayos con procedimientos específicos para la evaluación del carácter deseado, por ejemplo la resistencia a una determinada enfermedad.
Un requisito previo para la validez de estos estudios es la certeza de la identidad varietal, ya que en caso de error en la denominación la información generada origina confusión. Los caracteres a evaluar necesitan con frecuencia estudios prolongados que solo pueden incluir un número limitado de variedades. Por ello, la información disponible de la evaluación de caracteres agronómicos de importancia en las variedades de olivo es muy incompleta.
Además de la conservación en colecciones, denominada conservación "ex situ", el germoplasma se puede preservar en su lugar de origen. Esta alternativa, denominada conservación "in situ", es de gran valor en el caso de olivos centenarios y milenarios y de acebuches, La razón reside en su enorme valor patrimonial y simbólico y en su adaptación al medio en que se encuentra, lo que proporciona valiosa información.
Una alternativa para la evaluación agronómica es el establecimiento de colecciones reducidas que contienen la máxima variabilidad genética de un banco. La determinación de las variedades incluidas en éstas, denominadas colecciones núcleo, es proporcionada por estudios con marcadores moleculares y con los datos disponibles de evaluaciones agronómicas. Estas colecciones incluyen un pequeño porcentaje de las variedades de un banco que representan casi toda la variabilidad genética del mismo. Esta reducción en el número de variedades permite la evaluación de la variabilidad existente con un mínimo costo.
Nuevas variedades
Los primeros programas de mejora genética que han originado nuevas variedades se inician en Israel e Italia a partir de 1965. En España, por iniciativa de la Universidad de Córdoba, se inició en 1991 un primer programa de mejora conjunto con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA). Posteriormente se han sumado nuevos programas para la obtención de variedades de mesa por la Universidad de Sevilla y el IFAPA y otro que lleva a cabo Agromillora Iberia SL, el vivero de olivo más importante del mundo.
En el primer programa mencionado es importante el acortamiento del período juvenil y la búsqueda de métodos precoces, eficientes y sencillos de selección. El período juvenil es el tiempo que media entre la germinación de las semillas de un cruzamiento y la primera floración. Es el tiempo de espera necesario para evaluar los frutos de los genotipos de cualquier cruzamiento. Los primeros trabajos tardaban 10-15 años, mucho tiempo perdido. Hoy nuevas técnicas han permitido que la floración se inicie a partir de 29 meses de la siembra. Además se ha encontrado una relación consistente entre el vigor de los olivos tras su primer período de crecimiento en invernadero y la precocidad de floración y fructificación de los genotipos, lo que permite la eliminación de hasta el 40% de los genotipos de fructificación más tardía en su primer año de crecimiento.
Los objetivos agronómicos iniciales fueron la precocidad de producción, la productividad, el contenido en aceite y en ácido oleico, la adaptación a la recolección mecánica y la resistencia al hongo Spilocaea oleagina. En la actualidad se han incorporado dos nuevos objetivos: la resistencia a la verticilosis y la búsqueda de olivos de vigor reducido y hábito de crecimiento compacto.
En la actualidad en este programa están en evaluación en la primera fase más de 10.000 genotipos, se ha iniciado la evaluación de más de 300 preselecciones y se han ensayado o están en ensayo más de 30 selecciones avanzadas. Una nueva variedad, Sikitita (inicialmente denominada Chiquitita), se ha seleccionado y registrado para olivares en seto por su menor vigor que Arbequina ( la variedad estándar en este tipo de plantaciones), su precocidad de fructificación y su porte compacto y llorón que limita naturalmente la altura del seto, lo que debe permitir el uso de las cosechadoras cabalgadoras durante más años que con Arbequina sin necesidad de rebaje. Once viveros españoles han iniciado la propagación comercial de esta variedad en la pasada campaña 2009-2010.
Por otro lado, bastantes descendientes del cruzamiento Arbosana x Sikitita podría proporcionar nuevas variedades para olivar en seto en el futuro.
En los años "70 del siglo pasado se inició una nueva industria viverística. Después de algunos intentos de adaptar los procedimientos tradicionales a las necesidades de multiplicación rápida de los viveros, el uso de estaquillas con hojas de ramos del año previo y de brotes del año bajo nebulización se universalizó como el método habitual empleado en los viveros de olivo. Este procedimiento permite la preparación rápida de un gran número de pequeñas estaquillas (de entre 6-15cm) que se colocan en bancadas con instalaciones de nebulización para asegurar su supervivencia durante el período de enraizamiento (entre 30-60 días); posteriormente las plantas enraizadas se crían en pequeños contenedores hasta alcanzar la altura necesaria para su comercialización (entre 30 y 80 cm, según el tipo de plantación) en 3-5 meses. Este método ha sido mejorado y parcialmente mecanizado por la industria viverística en los últimos 20 años. España produce hoy más de 20 millones de plantas anuales.
Hoy hay necesidad de certificar las plantas de viveros con variedad y sanidad. Sin embargo la certificación no está aún implantada con carácter general en los países olivareros.
